La adoración de la niña eléctrica

(Imagen generada con IA)

La adoración de la niña eléctrica

 

Víctor Atobas

 

Agria riccia
hojarasca de tallos
con el cuajo desprovisto
de la fresca salsa de provenza
hierba casco
interceptor
tarro corcel
neoliberal cebado
con las carniceras chuletas
de la lección de anatomía de la anubia
en acuario de santuario intermitente
dejo
cronómetro
contemplando el vuelo
de mis queridos peces mollys
antes,
tic,
de volver la mirada,
tac,
y ver, sobre la amarilleada
pared de oscura loma,
carteles del escenario de un ángel muerto
y postales in utero
novario de seatel roto:
¿cómo puedo chutarme en el pecho
cascabel escudo de soma idolatría
a un adicto al zunco abismo como kurt cobain, joder:
no habré equivocado los puntos del bolígrafo
de las columnas del templo del fanatismo?

Ya rompí hielo de nirvana
con fe luciernagal:
ya no echo de menos la aparente seguridad
de la franela encuadernada en frío
ni el calor teñido con bufanda de betún
en sombrío ropaje de buda
y de cobain.

Ahora te adoro a ti, niña eléctrica:
tormenta pura,
estabas soltando chispas, ¿lo recuerdas?
quemabas los convertidores
de la engrisadera toma de tierra ostra,
apuntando los imantados valles
de tus largas piernas
hacia el fascinado gesto de mi cuerpo;
entonces me dijiste tu nombre
y entendí mal:
te pregunté si te decían
como el apodo de una droga
y entonces te caíste de la bancada,
te doblaste
enteramente
la estatura de tu casa blanca mora se arqueó
en una risa sin igual
y entonces supe que no me había equivocado;
el apodo de esa droga
te venía al guante,
tal y como tú misma
me lo confirmaste más tarde
confesándome tus alegres planes
para alcanzar rayo
y trueno.

Si piensas que alguna vez olvidaré
que me abrazaste para arrojarme al agua
de la perlada cardeña
empujándome la arena de la playa
hasta la ola de rubí en plena euforia
es porque nunca has escuchado qué alegre suenas,
niña eléctrica, qué bella
mientras irrumpes con tu tormenta
en el templo
de mi renovada adoración.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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La maestra del suspirador

El filósofo de la cardeña contra la ostra de la vampiresa

La creación de la hora

Amo quema

Quémame

Júnjuma cordura

Cuando tengo algo que decir

Suéñame

Si calla el mirlo

Un sueño que en mí repite

¿Uno de los nuestros?

Amiga paraíso

La música que escuchamos hoy en día

Contra la autoridad del ojo

Agosto en Ninguna Parte

Noche de azul suspiro

Pescadores de sueños

Kinderpolitik (o la ciencia política del huevo kinder)

Esponsales

Las memorias de mi país

Poema contra la democracia

Poema al amor trágico

Los cuatro duros

Domingo a diario

La voz de la alemania

Franco arquitecto

El but de jak

La muchacha alada

La filosofía de la trágala

La trágala fuera

Atravieso todas las trágalas

Motor prieta válvula

La autoridad se la dejo a las ratas

Soy feliz cuando llueve

Ciudad cerrada

Doble vínculo

Isla roja

El reverso de la moneda

La nave conquistadora




El NFT como utopía

VÍDEO:

 

 

 

 

TEXTO:

 

 

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TEXTO EN ESPAÑOL:

PRESENTACIÓN:

 

En el presente texto, incluido en la recopilación Amazon como utopía (Zoozobra, 2023), Víctor Atobas invierte dialécticamente la posición de Varoufakis –quien trabajó como asesor de Valve, la empresa propietaria de la mayor tienda de videojuegos para PC–, para escapar del reformismo mediante el análisis de las potencialidades revolucionarias del NFT en relación al fetichismo de la mercancía.

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El NFT como utopía

 

Víctor Atobas

 

Varoufakis trabajó como asesor de Valve, la empresa propietaria de Steam –la mayor tienda de videojuegos para PC–, y creemos que resulta de interés referir su afirmación de que: «el NFT no puede cambiar un mundo del arte donde el arte es una mercancía dentro de un universo de personas y cosas mercantilizadas», puesto que «cualquier servicio, moneda o bien digital que se construya dentro del sistema actual simplemente reproducirá la legitimidad del sistema actual» (Varoufakis, 2022).

Antes de invertir dialécticamente la posición de Varoufakis, debemos comenzar introduciendo los conceptos de NFT y de tecnología blockchain. Esta última puede ser concebida como cadena de bloques; una estructura de información sincronizada en la que la adicción de un nuevo bloque a la cadena supone la transmisión de información desde el bloque anterior al que acaba de añadirse; así, podemos imaginar una serie de conjuntos de información (como los NFTs) que parten de un bloque original y que van formando una cadena de manera en que la información es replicada mediante la forma de la transmisión sucesiva a partir de los nodos o puntos de conexión, lo que permite llegar a la coordinación y sincronización de los flujos en el ciberespacio, en el sentido de que todas las entradas de información son registradas y cotejadas en tiempo real a partir de la totalidad los puntos de conexión, de manera que no es posible falsearlas. Por otra parte, el NFT es la infraestructura de bits o meta–etiqueta en la que es posible añadir capas de información en diferentes niveles y que circula por la cadena de bloques, y que generalmente adopta la forma de mercancías digitales como las obras de arte que refería Varoufakis.

La inversión dialéctica de la posición de Varoufakis, que citamos aquí como figura que simboliza a aquella izquierda reformista que no es capaz de comprender las potencialidades de las invenciones del capitalismo, consiste en repetir el gesto de Jameson, quien en su análisis de Wal-Mart afirma que las precondiciones lógicas de aparición de un fenómeno –como el código de barras, el container o el big data– que aparecen en un primer momento bajo el signo de lo negativo siendo utilizadas para destruir el tejido del mercado minorista de Estados Unidos, pueden ser consideras desde su polo positivo como invenciones que posibilitan pensar el surgimiento del futuro utópico: la emergencia de un nuevo concepto de producción.

Destacaremos que Varoufakis señala mediante el término «feudalismo tecnológico» que la tecnología del blockchain y del NFT se encuentra orientada hacia el polo negativo de la especulación, al igual que ocurre con el ciberespacio, que sirve para el control social; a este respecto, afirma que las grandes empresas tecnológicas como Meta tienen como objetivo convertirse en una suerte de feudos digitales. Como revolucionarios, por tanto, afirmamos lo contrario repitiendo la operación de Jameson; las invenciones tecnológicas, que actualmente son utilizadas por los intereses del dominio, son las únicas que nos permiten concebir la liberación en el sentido de que la confusión y la destrucción inherente al funcionamiento del mercado podría ser invertida mediante la planificación y la coordinación; es decir, la sincronización que necesitamos que alcanzar la sociedad del futuro, el cibercomunismo, tiene como precondición la tecnología de la cadena de bloques (blockchain) y del NFT.

De hecho, como apuntábamos, la sincronización es una de las características definitorias del blockchain. Es decir, pretendemos concebir esta y el NFT en el marco de la propuesta cibercomunista que contempla la posibilidad de una primera etapa, la de transición hacia el socialismo, en la que la mercantilización seguiría operando junto a diferentes enclaves en los que persistiría la propiedad privada. Y es que la propuesta cibercomunista se basa en las potencialidades actuales de la cibernética y la computación, lo que significa que Cockshott y Nieto no esperan a la hora de teorizar; advierten las potencialidades de la tecnología desde nuestro propio presente, lo que supone un ejercicio de pensamiento utópico.

Como referíamos anteriormente, Jameson nos enseña que para superar el fracaso de la representación en nuestra época postmoderna, debemos concebir al pensamiento utópico aunando a un mismo tiempo tanto el aspecto negativo del análisis como la propia perspectiva utópica. Es decir, incorporamos la crítica de Varoufakis de que la tecnología blockchain y de los NFTs se encuentran en estos momentos siendo apropiada por los intereses del dominio para especular, igual que ocurre con el ciberespacio, utilizado para controlar. De igual manera, otra de las críticas que se han vertido contra los NFTs consiste en que los desarrolladores de videojuegos no independientes utilizan dicha infraestructura de bits para manipular al jugador y que este invierta más dinero, lo que podríamos concebir como un proceso del capitalismo orientado a superar el estancamiento; es decir, en un mercado sobresaturado como el de los juegos de PC y dispositivos móviles, los desarrolladores tratan mediante los NFTs de aumentar la tasa de ganancia corriendo el peligro de convertir al arte de los videojuegos en una suerte de subasta en la que el mejor postor siempre gana. Además señalaremos que el uso de la cadena de bloques conlleva un enorme gasto energético, debido a que los especuladores (sobre todo en países como China) utilizan gran cantidad de energía, que en el caso del país asiático suele provenir del carbón y la contaminación que la extracción y procesado de este conlleva. Es decir, el primer paso que realiza Jameson consiste en la incorporación en el análisis de todas las críticas que se han vertido contra el objeto de estudio. Pero, ¿por qué no atrevernos a aunar las críticas con una perspectiva propiamente utópica?

A este respecto, debemos aclarar que la tecnología es fácilmente accesible; todos los trabajadores pueden crear NFTs en cualquier momento (por ejemplo: un disco de música de edición limitada), así como decidir las condiciones de distribución (cuántos discos tendrá cada tirada) y a qué precio desea comenzar la subasta pública, en la que cualquier persona puede pujar durante el periodo de tiempo establecido por el productor sin absolutamente ninguna oposición respecto al distribuidor. En esto último encontramos ya un eco de la emergencia de un nuevo concepto de producción que analizaba Jameson.

La tecnología de los blockchain y de los NFTs pueden ser considerados en el marco de una posible y muy deseable transición hacia el socialismo (es decir, en una fase previa a la superación de la clases sociales y a la abolición de la propiedad privada), en el sentido de que esa infraestructura de bits puede contribuir a la sincronización y la planificación de la economía, pues esta requiere del recabado y procesado de la totalidad de los datos refrentes a los flujos económicos, ¿y cómo procesar tanta información?, pues gracias a la mediación de la cadena de bloques y de los NFTs, que contienen datos relativos al movimiento de la cosa o mercancía almacenados en diferentes capas o etiquetas de información. Tan cantidad de flujos puede ser englobada y procesada en su totalidad gracias a invenciones del capitalismo como los ordenadores cuánticos, algo que no ocurría en el pasado, cuando los experimentos cibercomunistas fracasaron debido al escaso desarrollo de las precondiciones lógicas de aparición del fenómeno, es decir, de la tecnología computacional.

Los NFTS, además de servir a la sincronización y la planificación democrática de la economía, podrían ser considerados como una infraestructura que potencialmente contribuiría al mapeo cognitivo acerca del que teorizaba Jameson. Es en este preciso punto que debemos destacar que Terence Hopkins e Immanuel Wallerstein propusieron la expresión cadena global de mercancías para referir todos los procesos de producción conducentes al acabamiento de la mercancía, desde el árbol en el bosque hasta la mesa sobre la que descansa la taza de café. «Desde entonces se ha desarrollado un corpus de literatura académica que examina cadenas de mercancías específicas al detalle, no solo reconstruyendo el trayecto desde la producción hasta el consumo sino examinando cada eslabón y conceptualizando qué nos dice cada cadena al respecto de la estructura y las dinámicas del capitalismo global contemporáneo» (Toscano y Kinkle, 2019: 186).

A este respecto podemos señalar que, frente al estancamiento de la imaginación utópica que dificulta a los sujetos postmodernos imaginar la sociedad del futuro, la literatura académica no ha sido capaz hasta el momento de concebir a la tecnología de los blockchain y de los NFTs en tanto que infraestructuras que permiten representar la cadena global de mercancías. Nuestra propuesta en este sentido es que imaginemos una situación en la que, en cada proceso de producción de la mercancía, nuevos bits serán añadidos a la meta–etiqueta del NFT, no sólo en lo concerniente a la propia elaboración, sino también respecto al proceso de obtención de las materias primas así como del mismo orden virtual que sostendría la red cibercomunista en una fase transicional hacia el establecimiento del comunismo. Es decir, con cada proceso de obtención de materias primas, elaboración de la producción y distribución mediante la orden virtual de la red, se añadirá una nueva capa de información al NFT. Por supuesto, se añadirán también los niveles de información referentes a las perturbaciones causadas por la mercancía en la equilibrio metabólico del planeta. E iremos un paso más allá sugiriendo que los propios trabajadores podrán añadir más niveles a la meta–etiqueta referentes a las condiciones de producción, añadiendo comentarios, cifras, tablas o incluso vídeos, por ejemplo: quejas sobre el estado del espacio de trabajo en una fábrica de microchips destinados a otras ramas industriales, estando dicha interrelación entre sectores económicos contemplada en los planes macroeconómicos sujetos a la toma auténticamente democrática de decisiones por parte de la totalidad social.

De esta manera, la tecnología de los blockchain y de los NFTs podría contribuir a romper (al menos parcialmente, pues en la fase de transición teorizada por el cibercomunismo seguiríamos en un mundo mercantilizado) con el fetichismo de la mercancía; las propiedades de la mercancía no aparecerían como propiedades de esta, sino que sería posible mapear cognitivamente todos los procesos de obtención, producción y distribución, para entender que la mercancía es un resultado de las relaciones sociales entre los seres humanos. Sin embargo, este no sería un pensamiento a través del mapa del globo terráqueo, tal y como ocurre en el arte de los videojuegos.

Los videojuegos no son propiamente un arte utópico, aunque pueden contribuir a pensar de qué manera podríamos representar la totalidad del capitalismo tardío. A este respecto, cabe señalar que Jameson afirma que, tras Ecotopía (1968) de Ernst Callenbach, la forma utópica se estancó al no saber incorporar en su contenido la irrupción del ordenador y la cibernética, desconociendo la forma de integrar la experiencia del sujeto postmoderno en los videojuegos y el ordenador; lo más llamativo en ese sentido es que Jameson no se limita a dejar constancia de la dicha paralización en la producción de utopías, sino que señala que el ciberespacio es un nuevo espacio enclave, es decir, una pausa en proceso de diferenciación social –teorizado por Luhmann– en el que se sitúa el autor utópico para ofrecer soluciones imaginativas a las contradicciones sociales de una determinada época histórica: «de hecho, el ciberespacio constituye un nuevo tipo de enclave, una subjetividad que es objetiva y que, como la teoría de sistemas de Luhmann, pero también como el estructuralismo y el postestructuralismo que la precedieron, suprime el «sujeto centrado» y prolifera de modos nuevos y postindividualistas» (Jameson, 2005: 21). Es decir, el autor utópico debe situarse necesariamente en el espacio enclave del ciberespacio para realizar las propuestas que rompan con el dogma neoliberal de que no hay futuro más allá del canibalismo y la destrucción del capitalismo.

Analizando filosóficamente el concepto de ciberespacio, Jameson entiende que es una creación literaria que, sin embargo, puede conducir a figurar la totalidad del capitalismo financiero, siempre a través de un lenguaje imperfecto. A este respecto, entiende que el ciberespacio es una abstracción elevada a segundo grado. La abstracción en un primer nivel consiste en «la metáfora de una ciudad que sería una red de información» (Jameson, 2015: 228), en que la urbe es concebida como una ciudad imaginaria de datos. Por otra parte, lo característico de la literatura ciberpunk –de la que Neuromante (1984) puede considerarse como un hito fundacional– es que eleva esa abstracción a un segundo nivel o a una segunda potencia; los datos que referíamos anteriormente en este mismo texto y que son transmitidos a través de la cadena de bloques (blockchain), y que tienen que ver con los distintos flujos y transacciones, son transformados en un segundo nivel de la abstracción en representación en dos dimensiones de lo que, en realidad, se trata de modelos tridimensionales. En este sentido, el norteamericano señala:

«La naturaleza peculiar de una abstracción a la segunda potencia que, habiendo tenido acceso a páginas y páginas de claves numéricas que ya son, en sí mismas, abstracciones estadísticas de negocios reales, de ganancias reales, de transacciones reales, ahora lo transforma todo en imágenes e imágenes, además, del orden de la paper architecture [prototipos utópicos en papel], a representaciones en dos dimensiones de modelos tridimensionales […]. Aquí, en este nuevo nivel, lo que puede imaginarse y captarse mentalmente es la nueva dimensión de la pura relación –lo que Le Corbusier comenzó a teorizar como las «trayectorias» a través del espacio –ahora intensificada hasta un grado incalculable » (Jameson, 2015: 230).

Lo que se capta es una totalidad que se encuentra en perpetuo movimiento y transformación, una totalidad que se proyecta también en la mente de Case, el protagonista de Neuromante. A este respecto, Jameson señala que en la obra de Gibson puede detectarse una figuración del tipo de abstracción del capitalismo financiero. Recoge la teoría de la evolución en tres etapas de Arrighi (2010): tras haber superado la necesidad de la producción –la producción como tal ya no resulta tan urgente– y de haber tenido lugar la posterior saturación del mercado, entonces el capitalismo irrumpe en su forma financiera, quedando a cargo de una producción estancada. Jameson afirma que «la única vocación del cyberpunk era transmitir en forma literaria ese nuevo tipo de abstracción» financiera (Jameson, 2015: 232), algo que no había logrado la forma utópica.

En lo referente a los videojuegos podemos referir la obra para PC titulada Yo presidente. Objetivo: La Moncloa (2008) así como su continuación Yo presidente: Crisis global (2009). En dichas obras, el jugador se encuentra ante la representación de la totalidad del planeta mediante un mapa 2D (que se convierte en 3D al acercar el zoom a zonas como las urbes); a este respecto, el jugador debe ir aprobando y promoviendo distintas políticas nacionales de manera que, si elige España, puede acceder a la representación de los flujos económicos y demográficos a partir de tablas, informes, datos y gráficos. En el caso de que adopte políticas comunistas, la partida terminará; el jugador recibirá la llamada de instituciones como la UE o la OTAN, anunciando el cese del ocupante de Moncloa. Game over. El juego habrá terminado y paradójicamente lo habrá hecho de una manera similar a lo que ocurrió en el caso real de Syriza en Grecia.
Si referimos el videojuego a modo de ilustración, es porque el mapa adquiere una posición central en la experiencia del jugador y resulta de interés señalar, a este respecto, que Jameson nos propone que vayamos más allá del pensamiento a través del mapa:

«Ya que todos saben lo que es un mapa, hubiese sido necesario añadir que el mapeo congnitivo no puede (al menos en nuestros días) suponer algo tan sencillo como un mapa; de hecho, una vez comprendido a qué apunta el mapeo cognitivo, es indispensable descartar toda forma de pensamiento en el mapa e imaginar otra cosa» (Jameson, citado en Toscano y Kinkle, 2019: 34).

Imaginar nuevos prototipos utópicos, sólo que en esta ocasión no mediante el soporte del papel sino del ciberespacio; la construcción de dichos prototipos, por tanto, puede ser generado a través de tecnologías como las del blockchain y los NFTs en el sentido de que constituyen infraestructuras de bits que permiten albergar distintos niveles de información y representar la cadena global de mercancías, no mediante mapas, sino en diferentes formas representacionales; además de almacenar dicha información, dichas tecnologías permiten su transmisión en tiempo real así como su sincronización con todos los nodos existentes. Esto último recuerda al Cybersyn de Allende, que almacenaba y sincronizaba los datos referentes a fábricas que dependían al mismo tiempo de otras ramas industriales. Esto significa que las precondiciones lógicas para la implantación de la fase de transición hacia el cibercomunismo se encuentran emergiendo hoy en día, una cuestión de profundo calado político que no son capaces de captar las agrupaciones reformistas que sólo tratan de poner axiomas para que el sistema no explote como una bomba de relojería.

Frente al reformismo y sus teorizaciones, que privilegian un diagnóstico negativo, por tanto, los revolucionarios respondemos que en el capitalismo tardío ya se encuentran las condiciones para el establecimiento de la planificación democrática, la sincronización y la representación de la economía en términos figurados. Ante la complejidad de la postmodernidad, que como señalaba Jameson transciende nuestras capacidades de mapeo cognitivo, las nuevas innovaciones del capitalismo como el blockchain y los NFTs pueden ser utilizadas (dentro del marco de la propuesta cibercomunista) desde su polo positivo y propiamente utópico para la figuración de la totalidad del capitalismo tardío y el establecimiento de la red cibercomunista a partir de diferentes nodos de conexión de la cadena de bloques o blockchain, la transmisión en tiempo real y el almacenamiento de los datos en diferentes capas de NFTs. Mientras que los NFTs se utilizan hoy en día para especular, es posible imaginar que dicha infraestructura de bits sea utilizada en la sociedad futura para representar la cadena global de mercancías. Es en este sentido que Jameson sugiere que «nuestra tarea como artistas, críticos, etc., es hoy tratar, en cierta medida, de recapturar o reinventar una nueva forma de representación de esta nueva totalidad global» (Buchanan, 2007: 85).

Es decir, a lo largo de este texto hemos tratado de mostrar que aquello que aparece en un primer momento como obstáculo para nuestra libertad, puede ser invertido dialécticamente para concebirlo en un sentido liberador, revolucionario: la tecnología debe ser supeditada a la decisión democrática de la totalidad social para que de ese modo no nos encontremos ante feudos tecnológicos sino ante nuevas tierras ciber-común-espaciales; sin embargo, esta necesidad sólo puede ser plenamente asumida en el caso de que escapemos de los diagnósticos negativos que acaban conduciendo a la desesperanza pues, al fin y al cabo, por mucho que insistan los defensores del sistema capitalista y los reformistas que fortalecen este, el futuro no está escrito.

 

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Bibliografía

Arrighi, G. (2010). The Long Twentieth Century. Verso, Londres.

Bloch, E. (2004). El principio esperanza. Vol. 1. Trotta, Madrid.

Buchanan, I. (comp.) (2007). Jameson on Jameson: conversations on cultural Marxism. Duke University Press, Durham.

Callenbach, E. (1968). Ecotopía, Autopublicación [una segunda versión del texto fue publicada en 1975].

Cockshott, P. y Nieto, M. (2017). Ciber–comunismo. Trotta, Madrid.

Dardot, P. y Laval. C. (2015). Común. Ensayos sobre la revolución en el siglo XX. Gedisa, Barcelona.

Debord, G. (2005). La sociedad del espectáculo. Pretextos, Madrid.

Foucault, M. (2009). El nacimiento de la biopolítica: curso del Collège de France (1978–1979). Akal, Madrid.

Gibson, W. (1984). Neuromancer. Ace Books, Nueva York.

Fishman, C. (2006). The Wal-Mart Effect. Penguin, Nueva York.

Jameson, F. (2005). Archaelogies of the Future: The Desire Called Utopia and Other Science Fictions. Verso, Londres.
—Jameson, F. (2009). Valences of Dialectics, Verso, Londres. [Valencias de la dialéctica, trad. de M. López Seoane, Eterna Cadencia, Buenos Aires].
—Jameson, F. (2009).«Utopia as Replication», en Valences of Dialectics, Verso, Londres.
—Jameson, F. (2011). Representing Capital. A Reading of Volumen One, Londres, Verso.
—Jameson, F. (2015). The Ancients and the Postmoderns. On the Historicity of Forms, Londres, Verso.

Toscano, A. y Kinkle, J. (2019). Cartografías de lo absoluto. Materia Oscura, Segovia.

Varoufakis (2022). Varoufakis on Crypto & the Left, and Techno–Feudalism, en The Crypto Syballus, consultado el 9/2/2022.
[Enlace: https://the–crypto–syllabus.com/yanis–varoufakis–on–techno–feudalism/]

 

 

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El delirium de lo sublime

(Imagen generada con IA)

El delirium de lo sublime

 

Víctor Atobas

 

Ruta jesuítica trágala
en san sebastián perdido
con guillermo, qué diablos hacemos aquí,
como dos escupidizos
pokemones lickitungs,
en el molde de hierro
del termo de café frío metal
centrífuga
fundición de la mano molde naval
sentado
astilla chutada
jeringa en arteria magistrada;
no se trata de la judicializada toga
de la picadora moral, de acuerdo,
pero cuándo no encuentro las palabras
para expresar el movimiento de mi espíritu, amigos míos;
entonces el juicio es auto
pues mi garganta sufre ganzúa garrote
vil de genocida franco
y la palabra ahorca
rompiendo eslabones al vuelo
mientras actúa a la escucha del dictado nudo;
entonces no podéis percibir los escalones del san francisco
puente que parte desde la orilla alada de mi espíritu,
pues no alcancé el en-sí de la palabra;
mas, ahora,
ahora
elevaré
la determinación finita
hasta el infinito de la luz primera
como la jungla alzando húmeda arboleda de tucán
y el encendido cielo monte luciernagal,
tumbaré las ásperas polvaredas
del hito amargo de los sueños,
entregándome al saturno de la marejada de las facultades
que fugan bermejos groselleros júnjumos
a través del delirium de lo sublime,
a través del repentino brillo
del iris de vuestros ojos desprevenidos
que me miran con amor
mientras de vuestras bocas brotan
náufragas palabras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Especial X Aniversario de la Revuelta de Gamonal

 

Especial X Aniversario de la Revuelta de Gamonal

 

Celebramos el décimo aniversario de la revuelta de Gamonal, encendidos por el recuerdo glorioso mientras miramos hacia el futuro.

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Vencimos y venceremos: décimo aniversario de la revuelta de Gamonal

Víctor Atobas

Artículo publicado conjuntamente con Diario de Vurgos (enlace)

 

Amigos: ¿recodáis aquellas ardorosas jornadas de 2014, cuando nos reuníamos secretamente para debatir cómo extender la revuelta por todos los burgos? Gamonal era la chispa que prendía la revolución; llegaban cartas de amor hasta de China. El miedo había cambiado de bando.

Tras diez años, lo más fácil sería decir que nos han derrotado; mira, mira qué mal anda todo. Por una parte, debemos incorporar lo negativo a la crítica; el miedo transmitido por los nodos del Estado al servicio del capital sigue resultando un freno a la acción colectiva, la especulación continua causando estragos en el tejido social del barrio y el movimiento vecinal se halla en una posición defensiva que afronta las amenazas de clausura del Centro Social Recuperado (CSR). ¡Por supuesto que dicha defensa es totalmente necesaria! Lo que quisiera sería, amigos míos, que analizáramos esta situación defensiva en la que nos hallamos para pensar, desde una perspectiva positiva o propiamente utópica: ¿qué nos facilitaría concebir el pasaje del movimiento vecinal hasta posiciones ofensivas?, ¿en qué consistió el triunfo más alto de la revuelta de 2014?

Tras las movilizaciones, vecinos que jamás se habían interesado en política, comenzaron a ver; se convirtieron en férreos enemigos de Méndez Pozo, Arranz Acinas y otros caciques responsables de tanto sufrimiento en el barrio de Gamonal y en toda la ciudad; así, conocimos a nuevos amigos que se sumaron al movimiento social no sólo en la lucha contra la especulación sino también en otros ámbitos. Pero: ¿qué ocurrió después de que la acción colectiva se debilitara y muchos de nuestros compañeros pasaran a trabajar para los partidos tradicionales y otros nodos del Estado?

En este sentido, recurriremos a la filosofía militante: cuando el anterior alcalde –Daniel de la Rosa (PSOE)– pretendió recuperar el proyecto especulativo del bulevar, y únicamente gracias a los amigos del barrio que nos apoyaron, pudimos crear el concepto de urbanismo colectivo (fuente: antología VI Aniversario), que se basa en la idea del “nuevo urbanismo” de Rem Kolhaas exigiendo que la planificación urbanística baje a las calles para que los vecinos podamos decidir nuestras relaciones no solo con el bulevar sino con todos los espacios; exigiendo, por tanto, que los arquitectos y urbanistas pasen a realizar su auténtica obligación, que es aplicar la voluntad popular y transformarla en espacio. De esta manera, el concepto de urbanismo colectivo está determinado por el componente de la exigencia radicalmente democrática, por el principio general de acabar con las desigualdades sociales en la ciudad partiendo de las necesidades cotidianas de los vecinos, suprimiendo así la supeditación a los flujos de capital que además de generar desigualdad social acaba conduciendo a una planificación urbanística caótica.

A este respecto cabe insistir en que el CSR es el bello ejemplo de que, el principio general al que referimos, no es una ensoñación abstracta; la utopía del urbanismo colectivo se halla realizada hoy día en el barrio de Gamonal aunque, es cierto, no tan extensamente como nos gustaría. El urbanismo colectivo no se basa únicamente en la creación de nuevas infraestructuras, sino también y muy especialmente en la modificación de espacios ya existentes; no recurre tanto al ladrillo como a la manipulación de infraestructuras para descubrir mezclas y nuevos usos, lograr diversificaciones y redistribuciones, explorando también nuevos usos de los materiales y las tecnologías, así como experimentando con las escalas de lo micro y de lo que Jameson –siguiendo a Rem Kolhaas– denominaba como la Grandeza o lo Enorme. Precisamente, el CSR emergió manipulando la infraestructura de un espacio abandonado de manera que pudiera acoger actividades tan diversas como comidas colectivas, debates políticos, preparación de publicaciones y cursos teóricos, reuniones de grupos de alimentación o proyecciones de documentales; lo más destacable es que el espacio está abierto para que cualquier vecino pueda proponer nuevos usos. Se puede ver, escuchar, palpar, comer, aprender y debatir en colectivo, en un acercamiento al otro muy diferente al que se produce en otros lugares de la urbe. Es decir, al modificar nuestras relaciones con el espacio, producimos un nuevo orden psicológico alejado de los valores dominantes y de los intereses del capital.

Si el triunfo inmediato de la revuelta de 2014 consistió en la paralización de la operación especulativa del bulevar, así como en la intensificación de la acción colectiva, tras una década podemos preguntarnos cuál ha sido el triunfo a largo plazo de la revuelta y responder, quizás: la creación de un afecto, un “afecto-Gamonal” que sólo podemos expresar figurativamente como la onda que nos atraviesa el cuerpo –igual que nos atravesó durante aquellas jornadas de hace diez años– llamándonos a defender el urbanismo colectivo del CSR y solicitándonos también alcanzar la universalidad de la exigencia de democracia radical en la ciudad. Comenzamos exigiendo decidir sobre el proyecto del bulevar de Gamonal; ahora queremos decidir cómo nos relacionamos con todos los espacios de la urbe, pues de ello depende nuestro futuro.

Vencimos
y venceremos.

 

 

 

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El deseo y la ciudad. La revuelta de Gamonal (2018)

 

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(Edición física, precio: 7€ + gastos de envío)

 

 

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¿Qué pasa con el nuevo bulevar de Gamonal? Una propuesta por el urbanismo colectivo (2020)

 

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Reseña de la charla-debate “¿Qué pasa con el nuevo bulevar de Gamonal?”

 

 

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Entrevista al Centro Social Recuperado de Gamonal

 

 

 

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PUBLICACIONES DE OTROS AUTORES:

 

 

Gamonal: En el eco de un mismo recuerdo (2021), de María de la Fuente Soro y Sergio Izquierdo Betete

 

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Gamonal. La historia desde abajo (2017), de Marcos Erro García y José Medina Mateos

 

 

COMPRAR «GAMONAL. LA HISTORIA DESDE ABAJO» 

 

 

 

***

Gamonal. La chispa que enciende la revolución (2019), de Tomás Alonso Abad, Ricardo Ordóñez García y Santiago Otero Ramiro

 

 

 

COMPRAR «GAMONAL. LA CHISPA QUE ENCIENDE LA REVOLUCIÓN»
 

 

 

 

 

 

 




El encuentro de mi novia con los júnjumos pitufos

Imagen: El encuentro de mi novia con los júnjumos pitufos, Víctor Atobas, 2024.
Pintura digital sobre imagen generada con IA

El encuentro de mi novia con los júnjumos pitufos

 

Víctor Atobas

 

Adobes
verdes
índices
comiences
sinopsis en página equis
encontrarán salutaciones
a las guarniciones
de la ronda de noche
que se preocupan por el brillo
lirismo fuera de surco de mi zoozobra
mientras me piden, con suma amabilidad,
que deje de prender luciernagal
en el fluente pedestal de cardeña:
¡saludos,
júnjumos pitufos,
saludos de un niño filósofo
juguetón locamente
enamorado!

¿Tenéis, júnjumos pitufos, rectángulas orejas
fabricadas con sordera
en reverbera de onda negra
encartabón,
o acaso sabéis leer
el color del poema?

Quisiera explicaros algo, júnjumos pitufos,
y os rogaría que entendierais
la inocencia de mi profesión:
la filosofía que no entristece
o que no burla júnjumas autoridades
sólo sirve a reacción falange enlosa
red extensa
millán astray
necrópolis de tánatos viva,
necrópolis
de cristianizado pensamiento
en cruz moral
en cruz laboro
en nave ¿verdad?
de catedral nihil.

La filosofía que no entristece
o que no burla júnjumas autoridades
sólo sirve al iris del zunco
mas, frente a las repetidas encerronas a la luz,
la filosofía guerrillera sigue iluminando el mundo
para que belleza y vida encuentren abierto el sendero;
superado ya el terreno de la kantiana razón
que impedía al pensamiento alzarse en su seno,
la filosofía sigue hegel
sigue marx hoy día
sigue
no se detiene la cabalgadura
del caballero de la roja fe
sigue
y yo sigo en la albura con ella
palideciendo al cuatrero cuarzo
ramalazo de las féminas perlas de cardeña,
de quienes soy pensador de cabecera
y ofrendador de regalos;
sigo en la albura con ella,
pues la filosofía
es la más madura de las damas
que facen sobre el temor y el temblor
de esta tierra enrojeciéndose,
una mujer madura que ya viene
abrazando desde hace tiempo
la orilla oculta de mis poemas,
y a quien ahora bautizaré
en el río
del filum del verso:
filosofía es tu apellido
mas, tu nombre,
tu nombre es úrsula
úrsula mi amor
úrsula ínsula
amor mío.

Úrsula:
acaríciame fuera de la fosa del templo
con la rosa de tu estatura hegeliana,
échame encima
la parte tramposa de platón
y las dentadas uñas
de los neokantianos en criaderos
universitarios de falderos
perros de estado;
recuerda, úrsula,
cuando me juzgaron en la complutense
por querer hacer hablar a nuestros deseos
y mi maestro, el más grande pastor de guerrilleros,
tuvo que quebrar estábula para auxiliarnos;
recuerda, úrsula,
que toda la moral de cristo
está en nuestra contra;
recuerda, también,
que no voy a renunciar al verso del pensamiento
por muchas penurias que me acarreé,
que no voy a renunciar al universal concreto
de nuestro beso
por muchas amenazas que caigan
sobre la puerta
de lo absoluto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Otros poemas de Víctor Atobas:

 

 

Carta a los reyes magos

Cumpleaños diecisiete

Navidad en guerrilla contra la trágala patriarcal

La maestra del suspirador

El filósofo de la cardeña contra la ostra de la vampiresa

La creación de la hora

Amo quema

Quémame

Júnjuma cordura

Cuando tengo algo que decir

Suéñame

Si calla el mirlo

Un sueño que en mí repite

¿Uno de los nuestros?

Amiga paraíso

La música que escuchamos hoy en día

Contra la autoridad del ojo

Agosto en Ninguna Parte

Noche de azul suspiro

Pescadores de sueños

Kinderpolitik (o la ciencia política del huevo kinder)

Esponsales

Las memorias de mi país

Poema contra la democracia

Poema al amor trágico

Los cuatro duros

Domingo a diario

La voz de la alemania

Franco arquitecto

El but de jak

La muchacha alada

La filosofía de la trágala

La trágala fuera

Atravieso todas las trágalas

Motor prieta válvula

La autoridad se la dejo a las ratas

Soy feliz cuando llueve

Ciudad cerrada

Doble vínculo

Isla roja

El reverso de la moneda

La nave conquistadora




Junjuma Collection Number 1

Fotografía: El artista junto al lienzo.

 

El artista transdisciplinar Víctor Atobas (Burgos, 1990) inicia su aventura en la pintura con la obra Junjuma Collection Number 1, un collage realizado tras pintar digitalmente sobre la imagen del lienzo, inaugurando así una serie que lleva su trabajo –acerca del impulso utópico y la creación de otras formas de sentir–, hasta la pintura, incluyendo también la literatura, la filosofía y el arte del videojuego, en un proyecto de cariz experimental.

 

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Imagen: Versión para redes sociales

VER EL NFT “Junjuma Collection Number 1” EN RARIBLE.COM

 

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Datos de la obra:

Autor: Víctor Atobas
Título: Junjuma Collection Number 1
Colección: Junjuma Collection
Año: 2023
Formato de la imagen: PNG (4392×2765 px)
Ejemplares: NFT de obra única
Precio: 0.1 ETH (aproximadamente: 220€)
Técnica: Collage de pintura digital realizado a partir de pintura tradicional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




Carta a los reyes magos

Imagen: Carta a los reyes magos, Víctor Atobas, 2023.
Pintura digital sobre imagen generada con IA

Carta a los reyes magos

 

Víctor Atobas

 

Nervio
pistón
envía melchor
coche gaspar alemán
atrofia turbera europa
baltasares cajas
de regalos que antes esperaba hallar
con argentinos lazos
en el plástico regazo del abeto;
regalos apilados en torreones
de derrumbados oros.

Queridos reyes magos:
antes os hubiera pedido
puerta de baldur por uno,
portal mágico de plei cinco claro nuevecita
con un lector zumbón dando vueltas
a cinco discos azulados
más o menos ovalados
con incrustaciones de anillos diamantinos,
dos
¿tres?
mejor cuatro
pantallas radiantes
para forrar el invernadero
con pulgadas de uva rayo,
diez parras de colgantes altavoces
de varaderos en la noche
y una cosecha entera de claveros sillones
con asiento molar;
sabed que mi hambre
ya no lame dientes.

Queridos reyes magos:
la vida se abre paso
y ya no soy vacío
escarbado en la jardinera que reserváis
para la planta en recta de familiar dentera
trágala muela víctor inútil
(–ponte ahí túmbate
en el sepulcro para tu alma
nada
para tu alma nada
nada de libre danza
nada)
ya no tratáis
de matarme a la nala
(–es por tu bien)
ni de apuntarme
con la escopeta del sótano
(–para que aprendas lo que es el respeto)
y debemos, por tanto,
celebrar el frágil triunfo de la vida
cada quien por su lado
y a su propio modo;
vosotros, en la oscuridad sauce
de tánatos con seco trance de autoridad,
yo, en afiebrado aguacielo
sobre la tierra alzada en niágara
de coral liberto;
las perlas me han hecho el mayor regalo
cumpliendo en mí
la luz de los dieciséis años,
de modo que, ahora,
queridos reyes magos;
ahora os pido únicamente
que me dejéis tranquilo:
dejadme,
dejadme
amar
en paz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Cumpleaños diecisiete

(Collage realizado por Víctor Atobas a partir de imágenes generadas con IA)

Cumpleaños diecisiete

 

Víctor Atobas

 

Ciertas felicitaciones
no están destinadas
sino a otro sobre terra
lux de pantalla
en cableado hipnosis
restallando sapo
zas
y no veis
la edad inocente de mi verdadero nombre:
no me llamo rival
ni contrincante
ni agresivo
ni gato siamés
ni víctor inútil
tampoco ladrón de novias,
sino pura y llanamente atobas;
mis apellidos no son esos
gómez que rezan los algoritmos
de los correos saqueadores
esele
factura
y arroba
punto
señalético bit mapa
arrendador;
cuánto buró ufano de ébano
para comer con el tenedor de un nombre
que no es el mío.

Otras felicitaciones
sí llegan hasta la angélica
de mi verdadero nombre
mas, amigos míos: ¿sabéis que este se halla
subyugado a las órdenes de Lawrence?

Siendo vuestro extranjero
llegado del corazón de oriente,
latiendo arabias con la lengua
mientras atravieso la galería del arterial sultán,
he de animaros a quemar belial de trágala
y vosotros os resistís
a mi tejido de antorchas voladoras
en aladín de suspiros persas:
os resistís
temiendo que, la hora que creamos juntos
entre vuestra hermosa cardeña
y mi duna cálida de arena cantarina,
marche demasiado
arracha
aprisa;
teméis que la bestia de nuestro enemigo me venza
pero es que no me habéis visto
todavía
todavía;
pero ya me veréis, ya
enfrentándome a las euménides más terribles
a lomos de un delfín suicida
en la odisaica infinita de un pez celeste;
os juro que veréis a la júnjuma a mis pies
rogando festín de ostra engrisadera
sin lograr de mí
más que una sonrisa de niño filósofo,
veréis cómo sonrío entonces;
pero, ahora,
ahora necesito que escuchéis
este suspiro de cumpleaños diecisiete
con el que os pido asiento de xilófono
flauta de cava
seda de espuma
y remanso de paz
para curarme, junto a vosotros,
del raudo temblor de la nuez
que en seguida entra en remolino
de garganta enbucle.

El año que viene
diremos cómo
cómo fue posible
ese remolino cascarón
de tembloroso fruto entre nosotros
y nos alegremos por la nueva situación;
el año que viene,
a nuestra creada hora…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Navidad en guerrilla contra la trágala patriarcal

Navidad en guerrilla contra la trágala patriarcal

 

Víctor Atobas

 

Incienso
oro
mirra
lomo cerviz apremio
manso buey
en el pesebre pajar
apóstol corderito
de lana fundida hace ya eones
sobre los derruidos torreones de familiares amores
mal aprendidos;
maldigo la natividad de mi estampa
en estas fechas trágala nodriza
enyugo de cuentas
regaderas júnjumas de agria uva:
mi madre nunca aprendió lo más difícil
–no eres así hijo
no eres así.

Por qué
por qué habría de sorber
tiras de puré laminado
en tiramisú de zunco de brea,
si puedo amar como un niño:
estas navidades,
además de perderme en el castillo de Hogwarts
y aprender de la susana mágica
sin el requerimiento de un solo suspiro,
quiero invocar la tormenta eléctrica de estasi
danzando lluvia con el vientre sobre la estera
de los nubarrones grises;
estas navidades
quiero animar la dulzura de los resplandores
de la perlada luz que paula en la pintura
cuando la vida se abre paso
y los ramalazos de cuarzo
se diluyen en el brochazo del olvido.

Amigas mías:
sabéis cómo es la escama
del pescado dorado
en ávila de fogón muralla,
escama que se escarpa
con las raspas del calcinado sorgo;
pero acaso
acaso os habéis preguntado
cuántos congeladores
cuántos anzuelos
cuántos plomos
cuántas moscas
cuántas cañas
cuántas lombrices
cuántas cancelas
cuántas rejillas
cuántos pajes
cuántas cubas
cuántas fábricas
cuántas ostras engrisaderas
cuántas enredaderas de suspiros
cuántas escupideras de maderos
disfrazados de gratos vecinos
cuántas amenazas rociadas
sobre la espuma de la coleta en el mar
cuántas
–estasi no anda por el pueblo
no preguntes más por ella
que estoy empezando a cansarme de ti
cuántos
–deja de hablar con paula
no sabes las ganas
que tengo de pegarte un guantazo atobas
cuántos
–sé donde vives
cuántas
cuántas aplicaciones de mensajería
en ejecución múltiple de lanzadas
violaciones de intimidad
cuántos
cuántos WhatsApp con el candado burlado
cuántas
cuántas bajezas desprovistas de disimulo
cuántos
cuántos cepos vertidos
en las rutas de la belleza
cuántos
cuántos conocidos vestidos con chaquetas metálicas
espían desde los júnjumos regimientos
cristianos a todas horas;
acaso os habéis preguntado
cuánto
cuánto estasi
cuánto dime paula
cuánto pueblo
trata de cerrar las calles
a nuestra amistad.

Estas navidades
me aferraré al asidero de todas las oquedades
que puedan albergar una fuente de fiebre de vida
para invitaros a una fiesta en la zona secreta
de mi luciernagal más alto
más cálido
más íntimo,
donde os mostraré mi fascinación por vuestras alas;
pues, entonces,
entonces habréis abierto de nuevo
las calles del pueblo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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La maestra del suspirador

(Imagen generada con IA)

La maestra del suspirador

 

Víctor Atobas

 

Yo soy el suspirador:
suspiro
suspiro
y pienso en mis amigos:
el tacto tan suave de delicioso ausín,
la apertura de amorosos marcos hacia lo posible,
la flor de mos del color de la guerrilla,
el gusto familiar que gala la mermelada,
la envidia sana hacia la deseada tapia con mil rosas,
los diferentes tonos de marco enrique álvaro
pablo y tantos otros,
suspiro;
es una suerte
bañarse en el río con nuevos amigos,
por qué
por qué entonces habría de complicarme la existencia:
quisiera callarme,
¿no sería más sencillo,
más cómodo para mí y para todos
que silenciara en la cardeña
el llameante rojo anhelo de otra vida
en la realizada utopía
del aquí
y el ahora?

Necesito deciros, amigos míos,
que vosotros sólo habéis escuchado
el más tenue de mis suspiros:
aquel que posa la pluma levemente
en ensilla de animal diurno.

Ay, si pudierais escuchar mi otro suspiro saturno
si pudierais ver en los caminos nocturnos
cómo la nala se me escapa de las manos
mientras pierdo los ojos nuevamente
en la empalizada de sorgo orbital
y me falla la respiración
sólo
sólo durante un instante
mercurial parálisis
abismo el alma directa hacia abajo:
el instante que, precediendo al alivio del suspiro,
llega después de haberme acordado
de la niña eléctrica de mis sueños
huracán estasi que activa
todas las tormentas de fiebre de vida y llora
derramando virutas de lana de voltio
y no puedo soportarlo;
el instante que llega después de haberme acordado
de la escultura del enigma de paula
que endurece su palma con ramalazo de cuarzo
como si su mano esculpiera para alguien,
alguien que estuviera detrás,
observándola,
midiendo en autoritarios parámetros
sus innumerables mirlos en movimiento,
y que después, cuando se zafa
de la sombra del amo,
me acaricia con su luz de joven de la perla;
ay, si pudierais escuchar ese suspiro
que llega tras haberme hundido en el abismo,
si pudierais escuchar ese suspiro, amigos:
os convertiríais en mis hermanos de sangre
y entenderíais que sólo puedo expresarme
gracias a una mujer realmente libre,
una amiga muy bella que en susana piensa
las mil mesetas flotantes de la diferencia,
la única que ha tenido el coraje de decirme:
no te equivoques.

No te equivoques atobas
fallando el arco de tus últimos poemas,
pues no es Eros nuestra condena
sino el cosmos satelital siempre reiniciado del patriarcado
desprendiendo millones de agujeros negros
desde aquí
desde allá arriba
a la derecha y a la izquierda
abajo
profundo
en lo alto
más allá de los cráteres de plutón
y en la cercanía de los alacranes en la boca;
agujeros negros que, absorbiendo la blanca luz de las mujeres,
dejan el despojo del velo gris cubriendo el claro de bosque.

No te equivoques atobas
acuérdate de ese kantiano llamado Heidegger:
el proceso de develamiento
no devela lo que hay detrás del velo,
sino el propio velamiento
y tus amigas ven a través de cubiertas lamas
enclavadas
y qué vas a hacer
si no aprendes
de una mujer realmente libre
y te callas como un hombre esclavo.

Ay, maestra:
hazme siempre tu diana
con tu arrojo de amazona,
pues sabes que te amo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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