Especial X Aniversario de la Revuelta de Gamonal

 

Especial X Aniversario de la Revuelta de Gamonal

 

Celebramos el décimo aniversario de la revuelta de Gamonal, encendidos por el recuerdo glorioso mientras miramos hacia el futuro.

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Vencimos y venceremos: décimo aniversario de la revuelta de Gamonal

Víctor Atobas

Artículo publicado conjuntamente con Diario de Vurgos (enlace)

 

Amigos: ¿recodáis aquellas ardorosas jornadas de 2014, cuando nos reuníamos secretamente para debatir cómo extender la revuelta por todos los burgos? Gamonal era la chispa que prendía la revolución; llegaban cartas de amor hasta de China. El miedo había cambiado de bando.

Tras diez años, lo más fácil sería decir que nos han derrotado; mira, mira qué mal anda todo. Por una parte, debemos incorporar lo negativo a la crítica; el miedo transmitido por los nodos del Estado al servicio del capital sigue resultando un freno a la acción colectiva, la especulación continua causando estragos en el tejido social del barrio y el movimiento vecinal se halla en una posición defensiva que afronta las amenazas de clausura del Centro Social Recuperado (CSR). ¡Por supuesto que dicha defensa es totalmente necesaria! Lo que quisiera sería, amigos míos, que analizáramos esta situación defensiva en la que nos hallamos para pensar, desde una perspectiva positiva o propiamente utópica: ¿qué nos facilitaría concebir el pasaje del movimiento vecinal hasta posiciones ofensivas?, ¿en qué consistió el triunfo más alto de la revuelta de 2014?

Tras las movilizaciones, vecinos que jamás se habían interesado en política, comenzaron a ver; se convirtieron en férreos enemigos de Méndez Pozo, Arranz Acinas y otros caciques responsables de tanto sufrimiento en el barrio de Gamonal y en toda la ciudad; así, conocimos a nuevos amigos que se sumaron al movimiento social no sólo en la lucha contra la especulación sino también en otros ámbitos. Pero: ¿qué ocurrió después de que la acción colectiva se debilitara y muchos de nuestros compañeros pasaran a trabajar para los partidos tradicionales y otros nodos del Estado?

En este sentido, recurriremos a la filosofía militante: cuando el anterior alcalde –Daniel de la Rosa (PSOE)– pretendió recuperar el proyecto especulativo del bulevar, y únicamente gracias a los amigos del barrio que nos apoyaron, pudimos crear el concepto de urbanismo colectivo (fuente: antología VI Aniversario), que se basa en la idea del “nuevo urbanismo” de Rem Kolhaas exigiendo que la planificación urbanística baje a las calles para que los vecinos podamos decidir nuestras relaciones no solo con el bulevar sino con todos los espacios; exigiendo, por tanto, que los arquitectos y urbanistas pasen a realizar su auténtica obligación, que es aplicar la voluntad popular y transformarla en espacio. De esta manera, el concepto de urbanismo colectivo está determinado por el componente de la exigencia radicalmente democrática, por el principio general de acabar con las desigualdades sociales en la ciudad partiendo de las necesidades cotidianas de los vecinos, suprimiendo así la supeditación a los flujos de capital que además de generar desigualdad social acaba conduciendo a una planificación urbanística caótica.

A este respecto cabe insistir en que el CSR es el bello ejemplo de que, el principio general al que referimos, no es una ensoñación abstracta; la utopía del urbanismo colectivo se halla realizada hoy día en el barrio de Gamonal aunque, es cierto, no tan extensamente como nos gustaría. El urbanismo colectivo no se basa únicamente en la creación de nuevas infraestructuras, sino también y muy especialmente en la modificación de espacios ya existentes; no recurre tanto al ladrillo como a la manipulación de infraestructuras para descubrir mezclas y nuevos usos, lograr diversificaciones y redistribuciones, explorando también nuevos usos de los materiales y las tecnologías, así como experimentando con las escalas de lo micro y de lo que Jameson –siguiendo a Rem Kolhaas– denominaba como la Grandeza o lo Enorme. Precisamente, el CSR emergió manipulando la infraestructura de un espacio abandonado de manera que pudiera acoger actividades tan diversas como comidas colectivas, debates políticos, preparación de publicaciones y cursos teóricos, reuniones de grupos de alimentación o proyecciones de documentales; lo más destacable es que el espacio está abierto para que cualquier vecino pueda proponer nuevos usos. Se puede ver, escuchar, palpar, comer, aprender y debatir en colectivo, en un acercamiento al otro muy diferente al que se produce en otros lugares de la urbe. Es decir, al modificar nuestras relaciones con el espacio, producimos un nuevo orden psicológico alejado de los valores dominantes y de los intereses del capital.

Si el triunfo inmediato de la revuelta de 2014 consistió en la paralización de la operación especulativa del bulevar, así como en la intensificación de la acción colectiva, tras una década podemos preguntarnos cuál ha sido el triunfo a largo plazo de la revuelta y responder, quizás: la creación de un afecto, un “afecto-Gamonal” que sólo podemos expresar figurativamente como la onda que nos atraviesa el cuerpo –igual que nos atravesó durante aquellas jornadas de hace diez años– llamándonos a defender el urbanismo colectivo del CSR y solicitándonos también alcanzar la universalidad de la exigencia de democracia radical en la ciudad. Comenzamos exigiendo decidir sobre el proyecto del bulevar de Gamonal; ahora queremos decidir cómo nos relacionamos con todos los espacios de la urbe, pues de ello depende nuestro futuro.

Vencimos
y venceremos.

 

 

 

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LIBROS DE VÍCTOR ATOBAS PUBLICADOS EN ZOOZOBRA:

 

El deseo y la ciudad. La revuelta de Gamonal (2018)

 

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(Edición física, precio: 7€ + gastos de envío)

 

 

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¿Qué pasa con el nuevo bulevar de Gamonal? Una propuesta por el urbanismo colectivo (2020)

 

(Edición digital gratuita)

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Reseña de la charla-debate “¿Qué pasa con el nuevo bulevar de Gamonal?”

 

 

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Entrevista al Centro Social Recuperado de Gamonal

 

 

 

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PUBLICACIONES DE OTROS AUTORES:

 

 

Gamonal: En el eco de un mismo recuerdo (2021), de María de la Fuente Soro y Sergio Izquierdo Betete

 

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Gamonal. La historia desde abajo (2017), de Marcos Erro García y José Medina Mateos

 

 

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Gamonal. La chispa que enciende la revolución (2019), de Tomás Alonso Abad, Ricardo Ordóñez García y Santiago Otero Ramiro

 

 

 

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Lee el índice y las primeras páginas de “Amazon como utopía”

«Amazon como utopía»reúne los textos experimentales que Víctor Atobas escribió durante la pandemia y que habían permanecido inéditos hasta ahora

 

  • El libro saldrá a la venta el 16 de marzo, en formato digital, a un precio de 4,99€

 

 

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La utopía cibercomunista. A propósito de Paul Cockshott y Maxi Nieto.

 

al contrario de lo que ocurría en los experimentos cibernéticos de la extinta Unión Soviética, pudiendo ahora utilizarse en un sentido revolucionario. Así, el trabajo Paul Cockshott y Maxi Nieto expresa claramente el impulso utópico.

 

LEER EN RES PÚBLICA. REVISTA DE HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS.

 

Víctor Atobas en Res Pública, La utopía cibercomunista. A propósito de Paul Cockshott y Maxi Nieto.

 

 

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Cómo hacer oscilar la insurrección pandémica: desde la paranoia a lo Vox hasta el deseo revolucionario.

ntre nosotros, olvidando la pulsión utópica que nos mueve y que debemos cuidar.

Lo que quiero destacar es que filosofía política de Deleuze nos enseña que la rabia es una fuerza social, un filum de deseo que puede orientarse hacia el polo paranoico – ya hemos visto cómo Vox trata de aprovecharse de esta oscilación- o tender hacia el polo esquizoide y revolucionario. Cuando el movimiento vecinal deja de proporcionar la perspectiva utópica, entonces la energía tiende hacia la reacción y la paranoia.

En este sentido, desde el movimiento vecinal no podemos sino ser empáticos con nuestros vecinos insurrectos, que necesitan – igual que nosotros- la perspectiva de la lucha y de la esperanza para no desfallecer. Para que el deseo no oscile hacia el polo paranoico, debemos insistir en dirección al polo revolucionario. Lo que proponemos en este sentido es ir pensando en movilizaciones que incidan en que hay alternativas, en que un futuro otro es posible si nos juntamos todos en cada barrio y en cada ciudad para exigir gestionar la pandemia desde abajo, desde lo común, parándolo todo desde la insurrección, la huelga y la asamblea, pero también aprovechando las potencialidades emancipatorias del desarrollo tecnológico (automatización de empleos, uso de la cibernética, robots que desinfectan las estancias, drones que distribuyen con precisión algorítmica, entre otros ejemplos) e implantando la renta básica universal para todos (sin importar procedencia ni color de la piel).

a partir de los términos excluyentes del nacionalismo y el racismo. Frente a eso no es suficiente con defender la sanidad pública, sino que además necesitamos medidas como la renta básica universal o la transición hacia una economía ciber-común, propuestas que dibujan la línea del horizonte que necesitamos para mantenernos en la lucha.

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Amazon como utopía: acerca de la tensión entre producción y distribución

Introducción:

¿Quién de nosotros no se ha sentido, en alguna ocasión, un poco culpable por comprar en Amazon? Bajos salarios, violación de derechos sindicales, venta de datos personales de los clientes, destrucción del pequeño comercio. Sin embargo, lo que pretendemos con este artículo es aunar esas críticas negativas con la perspectiva positiva o esperanzadora, para tratar de captar las formas de emergencia del futuro utópico.

 

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Amazon como utopía: acerca de la tensión entre producción y distribución

 

Víctor Atobas

 

¿Quién de nosotros no se ha sentido, en alguna ocasión, un poco culpable por comprar en Amazon? En numerosas ocasiones, cuando debatimos acerca de grandes cadenas como Amazon o AliExpress, solemos fijar nuestra atención únicamente en lo negativo: bajos salarios, violación de derechos sindicales, venta de datos personales de los clientes, o la destrucción del pequeño comercio. Sin embargo, lo que pretendemos con este artículo es aunar esas críticas negativas con la perspectiva positiva o esperanzadora, para tratar de captar las formas de emergencia del futuro utópico.

Es decir, nos situamos en el espacio de la ambigüedad del pensamiento dialéctico, que trata de aunar lo positivo y lo negativo a un mismo tiempo. Amazon y AliExpress pueden entenderse desde esa posición ambigua, en tanto que esas grandes cadenas pueden mantener bajos los precios y la inflación, de manera que contribuirían a mejorar la vida de los trabajadores. Al mismo tiempo, dichas cadenas causan también la pobreza de los empleados y acaban acelerando aun más el desmantelamiento del tejido productivo de los países donde viven esos mismos trabajadores. Además, acaban con el pequeño comercio. De esta manera, podemos entender que Amazon y AliExpress no constituyen excepciones, sino que expresan la dinámica del capitalismo que se devora a sí misma, que extingue el mercado a través del propio mercado.

(pág. 475). Señala que para Lenin la sociedad del futuro estaba madurando en el presente especialmente bajo la forma del monopolio, pues para el revolucionario ruso la disolución del Estado consistiría en la apropiación de los monopolios y su gestión por parte de los trabajadores.

(pág. 481). A este respecto, podríamos imaginar fácilmente que Amazon podría utilizar su poder para imponer otros criterios – como podrían ser los ecológicos- sobre los vendedores de la plataforma, con que esos criterios podrían ser impuestos de manera centralizada y monopolística, repercutiendo positivamente en la sociedad. Pero Jameson nos anima a ir más allá de esa sugerencia utópica, para apuntar que debemos reconocer e incorporar todas las críticas que se le puedan hacer a Amazon, lo que no quita para que podamos captar la forma emergente de un nuevo concepto de producción, un concepto utópico en el que se tiende a eliminar la oposición – sostenida a lo largo de la historia del capitalismo- entre la producción y la distribución.

la cadena impone condiciones lesivas, así como se reserva los derechos exclusivos de venta de la edición en formato Kindle. Es en este punto que debemos afirmar que el potencial utópico de Amazon se encuentra actualmente negado por la relación que mantiene su lógica como negocio con todo el conocimiento que este centraliza y modifica.

a infraestructura de internet fue apropiada por la lógica del capital.

experimentos utópicos como el de Salvador Allende. El proyecto Cybersyn, que comenzó en Chile en 1971, más tarde llegó a controlar la información económica de todo el país mediante el envío por parte de las empresas nacionalizadas de las cifras de producción y consumo, de manera que el poder de la tecnológica y el conocimiento no se desenvolvía a través de la forma capitalista, sino de manera que fuera socialmente beneficiosa.

sino coordinarnos entre nosotros especialmente para acordar de forma democrática las condiciones de distribución, de manera que la tensión entre producción y distribución que caracteriza al capitalismo fuera atenuándose hasta acabar disuelta en la historia.

Concluyendo, Amazon expresa no sólo la dinámica devoradora del capitalismo, que extingue el mercado por obra del mercado mismo, sino también la emergencia de un nuevo concepto de producción que, sin embargo, no puede desenvolverse en las condiciones actuales porque aún no hemos logrado desvincular el contenido de la forma-negocio de dicha infraestructura. Pero podemos apropiarnos de esta en un sentido transformador; por un futuro otro, porque todo lo humano tiende a la esperanza.
 

 

 

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Nota editorial:

La versión mejorada y ampliada de este texto se encuentra reunida, junto con otros textos experimentales que Víctor Atobas escribió durante la pandemia, en el tomo: «Amazon como utopía» (2023).

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Reseña de la charla-debate “¿Qué pasa con el nuevo bulevar de Gamonal?”

Publicado conjuntamente en Diario de Vurgos y Zoozobra Magazine.

 

 

amigos, colegas, compañeros que llevan veinte años dando guerra y a quienes admiro. Gamonal es un mapa de sentimientos, al igual que el escenario de la utopía en esta ciudad. Si entendemos la religión en el sentido de aquello que vuelve a unir a los hombres, el barrio es casi un espacio religioso, pues en el resto de la ciudad resulta mucho más complicado volver a ligarse al otro. El centro se ha convertido en un espacio de compras, en un espacio basura siempre mantenido, reformado y modernizado para los turistas y para la propia escenificación de la ciudad y de su historia. Además de a los turistas, el centro ha sido entregado a los intereses del comercio, es decir, el deseo se ha organizado específicamente bajo la forma del consumismo.

advertí que los compañeros habían vuelto a pintar el costado del edifico después de que unos nazis atacaran el antiguo mural, y pensé en por qué demonios a estos últimos les molestaba tanto un espacio así en el barrio, y deduje que, más que el movimiento social en sí, que también, lo que en mayor medida había molestado a los nazis era el amor, sí, nuestro amor, el hecho de que contemos con un espacio así para seguir tejiendo vínculos amorosos y fraternales.

Luego estuve hablando con un amigo, que se había quedado a la salida del CSR y bromeaba sobre la posibilidad de que, al ausentarse tan sólo unos minutos, vinieran los pitufos a darle gusto a los nazis y cerraran nuestro espacio. Los compañeros iban llegando después de haber estado protestando contra la apertura de una nueva casa de apuestas en Eladio Perlado. Algunos debían marcharse a currar y bromeaban sobre la posibilidad de pedir un permiso repentino, mientras otros iban bajando por las escaleras.

los movimientos obrero y vecinal. Propuse que, en el campo urbano, llamáramos a ese deseo urbanismo colectivo.

Referí el hecho de que Antonio Fernández Santos había tratado de desacreditar la propuesta del urbanismo colectivo, en la que los arquitectos y urbanistas pasarían a someterse a la voluntad popular, desligándose así de la lógica de la especulación y de los técnicos que prestan sus títulos de expertos para negar la voz del pueblo, tal y como ocurrió en los casos de Plaza Vega y San Esteban. Pero los vecinos no debemos ser expertos. Mientras el barrio sigue deteriorándose, sólo los vecinos, quienes sufrimos con nuestros cuerpos y nuestras mentes la desigualdad social reproducida a través del espacio, la falta de servicios públicos y de vivienda, sólo nosotros podemos planificar el futuro del barrio, porque la alternativa es que el mercado siga devorando Gamonal con las casas de apuestas, con la destrucción de nuestra memoria – el pueblo antiguo-, siga expulsando a los jóvenes y generando tanto dolor. Si los poderosos tienen sus planes de futuro, también nosotros debemos planificar nuestro futuro. Y quizás una manera de empezar a hacerlo sería parando el bulevar de Gamonal, abrir un proceso de deliberación en el barrio, y emplear los millones de euros que habrían sido destinados en tal operación urbanística en un proyecto que consideráramos necesario en nuestras vidas cotidianas.

en tono e intensidad. Salieron a la palestra proyectos alternativos de bulevar, problemas en distintos espacio del barrio, antiguas aplicaciones de eso que hemos llamado urbanismo colectivo, diversas ideas, como la propuesta de unir la lucha contra el bulevar con la lucha por otros espacios – como el de Artillería-.

Y es que la mente colectiva piensa mejor que la individual, escapando del secuestro del debate que han intentado perpetrar los medios de comunicación locales. ¿Cómo quieres que se empleen – que empleemos- los millones de euros del nuevo bulevar? Pero para responder a esta pregunta, antes debemos detener el nuevo intento de las élites de imponer el bulevar de la especulación, que es su proyecto de futuro, pero no el nuestro.




[Charla-debate] “¿Qué pasa con el nuevo bulevar de Gamonal?” en el marco de las I Jornadas Urbanismo y Conflicto Social

El próximo 14 de febrero (20h), en un espacio de urbanismo colectivo como el CSR de Gamonal, en el que los vecinos podemos reestructurar y redistribuir el espacio, proponiendo nuevos usos a partir de nuestras necesidades, estáis invitados a la charla del escritor y editor de Zoozobra Magazine, Víctor Atobas, quien llevará a cabo una intervención con la intención de animar el posterior debate sobre la manera de afrontar los planes especulativos de los poderosos y sus mayordomos, quienes continúan entregando el barrio al mercado mientras Gamonal sigue deteriorándose.

La sesión se engloba en el marco de las I Jornadas Urbanismo y Conflicto Social que se celebrarán en el CSR.

Las jornadas continuarán el 21 de febrero (20h), con la charla-debate titulada “Abordar la okupación desde la Geografía: articulación social y patrimonio. La situación de Valladolid (1979-2019)”, a cargo de Pablo González.




Publicación de la antología: “¿Qué pasa con el nuevo bulevar de Gamonal? Una propuesta por el urbanismo colectivo”

Zoozobra Magazine, en colaboración con Diario de Vurgos, publica la antología titulada ¿Qué pasa con el nuevo bulevar de Gamonal? Una propuesta por el urbanismo colectivo. La antología reúne los artículos del escritor burgalés Víctor Atobas referentes al nuevo intento de los poderosos y sus mayordomos de imponer su plan de futuro en el barrio de Gamonal, entregando el barrio a los intereses de la especulación y el comercio – es decir, al mercado, al urbanismo capitalista- mientras Gamonal sigue deteriorándose y los vecinos seguimos sufriendo la desigualdad social reproducida a través del espacio.

La antología sugiere al lector rastrear el recorrido del debate público, que se llevó a cabo en las redes sociales después de que los medios de la ciudad, especialmente Diario de Burgos, trataran de secuestrar el debate, manipulando y restringiendo la información con la intención de que no se produjera polémica alguna. Finalmente, la polémica llegó con cientos de mensajes contrarios al bulevar en las redes sociales, aunque también hubo multitud de vecinos que manifestaron que en el debate sólo se criticaba y no se proponía. Poco después el debate se centraría en la propuesta del urbanismo colectivo, en el que los arquitectos y urbanistas se limitarían a aplicar la voluntad popular, transformando esta en espacio, para que así los vecinos podamos planificar nuestro futuro.

La antología es gratuita.

DESCARGAR

La presentación tendrá lugar el 14 de febrero a las 20h en un espacio de urbanismo colectivo como el Centro Social Recuperado (CSR) de Gamonal, durante la primera sesión de las Jornadas Urbanismo y Conflicto Social.

 




La Caravana Feminista llega a Barcelona reclamando “libertad y dignidad”

Imagen por Caravana Feminista (FB)

Publicado en Cuartopoder

Hacía un par de meses que no traíamos información de la Caravana Feminista que desde marzo recorre Europa trabajando con mujeres, asociaciones o cooperativas los contenidos de los cuatro ámbitos de su lucha: el bien común y la soberanía alimentaria; la paz y desmilitarización; el trabajo de las mujeres; la violencia hacia las mujeres.

Charlas, manifestaciones, reuniones en la calle, en locales okupados, en universidades, han congregado a miles de mujeres desde Antioquía a París, pasando por las principales ciudades del centro y sur de Europa. Ahora llega desde Francia, para recorrer el norte peninsular, antes de adentrarse en Portugal para finalizar en Lisboa.

En Marsella, parada previa a Barcelona, se ha celebrado un gran Encuentro Mediterráneo contra los extremismos, con presencia de mujeres de los países de la cuenca -Argelia, Grecia, Líbano, Turquía, Palestina, Francia, España, Portugal, Italia, Túnez o Israel-, continuación de una actividad con la escritora  y feminista iraní Chalha Chafiq, y de la Marcha por la Paz.

Horas antes de la cita catalana con las urnas, las mujeres de la Marcha Mundial se dan cita en Barcelona, el 25 de septiembre, bajo el lema “Vidas dignas, libres de patriarcado y capitalismo” con una bicicletada feminista contra el TTIP, a la que seguirá un acto en Terrasa sobre soberanía alimentaria, que es la reivindicación central de esta acción internacional.

De Catalunya irán a Navarra y el País Vasco, donde celebrarán actividades hasta el día 4 de octubre bajo el lema: Nuestros cuerpos, nuestros territorios. Aunque tenían previsto parar en Asturias, al final sólo se hará una actividad en Gijón el día 5, camino de Galicia, donde la Caravana tiene actos previstos hasta el día 12, la mayoría de ellos en pequeñas ciudades agrícolas,  con actividades relacionadas con la soberanía alimentaria, la agricultura ecológica, los canales de distribución, etc. No será hasta llegar a Vigo cuando se incorpore la denuncia del TTIP y la violencia de género, junto con la vindicación de derechos reproductivos.

De Galicia partirá a Portugal, cruzando el Miño, camino de Porto, Coimbra, Viseu y Lisboa, donde se clausurará el sábado 17 de octubre. Los actos de cierre de la Caravana Feminista (formulario de inscripción para participar en los actos) y esta 4ª Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, bajo el lema “Cuerpo y Territorio”, estarán centrados en la agenda de la Caravana: Violencia de género, acoso sexual, Pobreza, Ocupación del espacio público, Soberanía alimentaria, Feminismos negros, Habitabilidad y Derecho a la ciudad, Trabajo remunerado y no remunerado y Privatización de los cuidados; Racismo, Migraciones; Discriminación LGTBI; Arte y feminismos…

La Caravana Internacional se ha caracterizado por dar luz a contenidos que no suelen ser parte de la reivindicación feminista, como la soberanía alimentaria, pero también ha destacado la osadía de entrar en terrenos vetados para la lucha de las mujeres, como Kurdistán, donde homenajearon a las mujeres que luchan contra el ISIS.

Otra característica es la presencia en la calle, con manifestaciones, actividades en las plazas y en los parques, buscando la visibilidad de la lucha de las mujeres, y el acercamiento de la ciudadanía que no acude a espacios cerrados. Sin duda, es la calle el espacio a reivindicar, aún hoy, en las ciudades del norte y del sur de Europa, del Este y del Oeste, porque la calle sigue siendo zona insegura, donde no circulan con libertad los derechos de las mujeres. Y habrá que seguir okupándola, “hasta que todas seamos libres”.