Mi conejo de angora

(Imagen generada con IA)

Mi conejo de angora

 

Víctor Atobas

 

En la arena movediza de la brisa
el tacto paralizante del buitre revienta
en bolo rodante de ratones pinchos
y el carroñero muere ahogado
en su propio pico crudo
mientras nosotros lo festejamos en cardeña
con purpúreas remolachas en la boca huelva
fresa bombón de licor escancia hermosa
como una colegiala, amiga mía,
inclinándote hacia adelante
te ríes
y, al instante,
vuelves a carcajearte de mis palabras;
cuando evidentemente no soy mujer,
digo que tengo coño
y eso por qué.

¿Recuerdas la tesis de la novelita
que te regalé aquella noche hechizado de verano?

Entonces te acordarás de que el goce prostitutivo
es un concepto tentativo cuya determinación es la trágala
invaginada en un punto estadístico
marcado por la astucia de la júnjuma nodriza
y abierto en la cuna de la espalda
por el cirujano de la clínica canal sistémica.

La policía de la universidad
barniza desde tarima barrote
la idea de que el capitalismo
podría haberse desarrollado primero en china,
olvidando que si fue en la europa blanca
donde prendió el semillero candil del agrio amo,
fue a causa de que la europa blanca es apagada
en lo referente a la coloración
de la zona iluminada por la mónada
de manera que, nuestros ancestros colonos
europeos blancos
cristianos comerciantes
esclavistas genocidas señoritos sangrientos,
no supieron sino cegarse con violenta orgía
armando la espina dorsal de la carne esclava;
esos hombres blancos
no supieron sino hacerse recompensar
con manos de duquesas de albas
tierras de méritos feudos modernos
válidos ovejeros de relojes tuertos
monterías subvencionadas masacres
en lerma iglesias
monedas en parador de casas colgantes
o en frío real doblón lingote
de plástica peseta;
esos tiparracos blancos
se introdujeron en la raja de la espalda
monedas por valor
de dos mil años de esclavitud.

Te ríes de mí
cuando violo himen de pureza
asegurando que tengo un coño
de trágala en la espalda:
¿no me crees?

Me quito el abrigo
arrojo el algodón de la sudadera
la camiseta interior
y puedes verlo:
es mi conejo,
mi conejo de angora
comiéndose gozoso una redonda moneda
de fresca zanahoria.

La pureza se la dejo a la virginidad
sarta inmaculada
y falsa
de los moralistas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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La delicia turca de tu boca

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El encuentro de mi novia con los júnjumos pitufos

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Navidad en guerrilla contra la trágala patriarcal

La maestra del suspirador

El filósofo de la cardeña contra la ostra de la vampiresa

La creación de la hora

Amo quema

Quémame

Júnjuma cordura

Cuando tengo algo que decir

Suéñame

Si calla el mirlo

Un sueño que en mí repite

¿Uno de los nuestros?

Amiga paraíso

La música que escuchamos hoy en día

Contra la autoridad del ojo

Agosto en Ninguna Parte

Noche de azul suspiro

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Kinderpolitik (o la ciencia política del huevo kinder)

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Las memorias de mi país

Poema contra la democracia

Poema al amor trágico

Los cuatro duros

Domingo a diario

La voz de la alemania

Franco arquitecto

El but de jak

La muchacha alada

La filosofía de la trágala

La trágala fuera

Atravieso todas las trágalas

Motor prieta válvula

La autoridad se la dejo a las ratas

Soy feliz cuando llueve

Ciudad cerrada

Doble vínculo

Isla roja

El reverso de la moneda

La nave conquistadora




El NFT como utopía

VÍDEO:

 

 

 

 

TEXTO:

 

 

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TEXTO EN ESPAÑOL:

PRESENTACIÓN:

 

En el presente texto, incluido en la recopilación Amazon como utopía (Zoozobra, 2023), Víctor Atobas invierte dialécticamente la posición de Varoufakis –quien trabajó como asesor de Valve, la empresa propietaria de la mayor tienda de videojuegos para PC–, para escapar del reformismo mediante el análisis de las potencialidades revolucionarias del NFT en relación al fetichismo de la mercancía.

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El NFT como utopía

 

Víctor Atobas

 

Varoufakis trabajó como asesor de Valve, la empresa propietaria de Steam –la mayor tienda de videojuegos para PC–, y creemos que resulta de interés referir su afirmación de que: «el NFT no puede cambiar un mundo del arte donde el arte es una mercancía dentro de un universo de personas y cosas mercantilizadas», puesto que «cualquier servicio, moneda o bien digital que se construya dentro del sistema actual simplemente reproducirá la legitimidad del sistema actual» (Varoufakis, 2022).

Antes de invertir dialécticamente la posición de Varoufakis, debemos comenzar introduciendo los conceptos de NFT y de tecnología blockchain. Esta última puede ser concebida como cadena de bloques; una estructura de información sincronizada en la que la adicción de un nuevo bloque a la cadena supone la transmisión de información desde el bloque anterior al que acaba de añadirse; así, podemos imaginar una serie de conjuntos de información (como los NFTs) que parten de un bloque original y que van formando una cadena de manera en que la información es replicada mediante la forma de la transmisión sucesiva a partir de los nodos o puntos de conexión, lo que permite llegar a la coordinación y sincronización de los flujos en el ciberespacio, en el sentido de que todas las entradas de información son registradas y cotejadas en tiempo real a partir de la totalidad los puntos de conexión, de manera que no es posible falsearlas. Por otra parte, el NFT es la infraestructura de bits o meta–etiqueta en la que es posible añadir capas de información en diferentes niveles y que circula por la cadena de bloques, y que generalmente adopta la forma de mercancías digitales como las obras de arte que refería Varoufakis.

La inversión dialéctica de la posición de Varoufakis, que citamos aquí como figura que simboliza a aquella izquierda reformista que no es capaz de comprender las potencialidades de las invenciones del capitalismo, consiste en repetir el gesto de Jameson, quien en su análisis de Wal-Mart afirma que las precondiciones lógicas de aparición de un fenómeno –como el código de barras, el container o el big data– que aparecen en un primer momento bajo el signo de lo negativo siendo utilizadas para destruir el tejido del mercado minorista de Estados Unidos, pueden ser consideras desde su polo positivo como invenciones que posibilitan pensar el surgimiento del futuro utópico: la emergencia de un nuevo concepto de producción.

Destacaremos que Varoufakis señala mediante el término «feudalismo tecnológico» que la tecnología del blockchain y del NFT se encuentra orientada hacia el polo negativo de la especulación, al igual que ocurre con el ciberespacio, que sirve para el control social; a este respecto, afirma que las grandes empresas tecnológicas como Meta tienen como objetivo convertirse en una suerte de feudos digitales. Como revolucionarios, por tanto, afirmamos lo contrario repitiendo la operación de Jameson; las invenciones tecnológicas, que actualmente son utilizadas por los intereses del dominio, son las únicas que nos permiten concebir la liberación en el sentido de que la confusión y la destrucción inherente al funcionamiento del mercado podría ser invertida mediante la planificación y la coordinación; es decir, la sincronización que necesitamos que alcanzar la sociedad del futuro, el cibercomunismo, tiene como precondición la tecnología de la cadena de bloques (blockchain) y del NFT.

De hecho, como apuntábamos, la sincronización es una de las características definitorias del blockchain. Es decir, pretendemos concebir esta y el NFT en el marco de la propuesta cibercomunista que contempla la posibilidad de una primera etapa, la de transición hacia el socialismo, en la que la mercantilización seguiría operando junto a diferentes enclaves en los que persistiría la propiedad privada. Y es que la propuesta cibercomunista se basa en las potencialidades actuales de la cibernética y la computación, lo que significa que Cockshott y Nieto no esperan a la hora de teorizar; advierten las potencialidades de la tecnología desde nuestro propio presente, lo que supone un ejercicio de pensamiento utópico.

Como referíamos anteriormente, Jameson nos enseña que para superar el fracaso de la representación en nuestra época postmoderna, debemos concebir al pensamiento utópico aunando a un mismo tiempo tanto el aspecto negativo del análisis como la propia perspectiva utópica. Es decir, incorporamos la crítica de Varoufakis de que la tecnología blockchain y de los NFTs se encuentran en estos momentos siendo apropiada por los intereses del dominio para especular, igual que ocurre con el ciberespacio, utilizado para controlar. De igual manera, otra de las críticas que se han vertido contra los NFTs consiste en que los desarrolladores de videojuegos no independientes utilizan dicha infraestructura de bits para manipular al jugador y que este invierta más dinero, lo que podríamos concebir como un proceso del capitalismo orientado a superar el estancamiento; es decir, en un mercado sobresaturado como el de los juegos de PC y dispositivos móviles, los desarrolladores tratan mediante los NFTs de aumentar la tasa de ganancia corriendo el peligro de convertir al arte de los videojuegos en una suerte de subasta en la que el mejor postor siempre gana. Además señalaremos que el uso de la cadena de bloques conlleva un enorme gasto energético, debido a que los especuladores (sobre todo en países como China) utilizan gran cantidad de energía, que en el caso del país asiático suele provenir del carbón y la contaminación que la extracción y procesado de este conlleva. Es decir, el primer paso que realiza Jameson consiste en la incorporación en el análisis de todas las críticas que se han vertido contra el objeto de estudio. Pero, ¿por qué no atrevernos a aunar las críticas con una perspectiva propiamente utópica?

A este respecto, debemos aclarar que la tecnología es fácilmente accesible; todos los trabajadores pueden crear NFTs en cualquier momento (por ejemplo: un disco de música de edición limitada), así como decidir las condiciones de distribución (cuántos discos tendrá cada tirada) y a qué precio desea comenzar la subasta pública, en la que cualquier persona puede pujar durante el periodo de tiempo establecido por el productor sin absolutamente ninguna oposición respecto al distribuidor. En esto último encontramos ya un eco de la emergencia de un nuevo concepto de producción que analizaba Jameson.

La tecnología de los blockchain y de los NFTs pueden ser considerados en el marco de una posible y muy deseable transición hacia el socialismo (es decir, en una fase previa a la superación de la clases sociales y a la abolición de la propiedad privada), en el sentido de que esa infraestructura de bits puede contribuir a la sincronización y la planificación de la economía, pues esta requiere del recabado y procesado de la totalidad de los datos refrentes a los flujos económicos, ¿y cómo procesar tanta información?, pues gracias a la mediación de la cadena de bloques y de los NFTs, que contienen datos relativos al movimiento de la cosa o mercancía almacenados en diferentes capas o etiquetas de información. Tan cantidad de flujos puede ser englobada y procesada en su totalidad gracias a invenciones del capitalismo como los ordenadores cuánticos, algo que no ocurría en el pasado, cuando los experimentos cibercomunistas fracasaron debido al escaso desarrollo de las precondiciones lógicas de aparición del fenómeno, es decir, de la tecnología computacional.

Los NFTS, además de servir a la sincronización y la planificación democrática de la economía, podrían ser considerados como una infraestructura que potencialmente contribuiría al mapeo cognitivo acerca del que teorizaba Jameson. Es en este preciso punto que debemos destacar que Terence Hopkins e Immanuel Wallerstein propusieron la expresión cadena global de mercancías para referir todos los procesos de producción conducentes al acabamiento de la mercancía, desde el árbol en el bosque hasta la mesa sobre la que descansa la taza de café. «Desde entonces se ha desarrollado un corpus de literatura académica que examina cadenas de mercancías específicas al detalle, no solo reconstruyendo el trayecto desde la producción hasta el consumo sino examinando cada eslabón y conceptualizando qué nos dice cada cadena al respecto de la estructura y las dinámicas del capitalismo global contemporáneo» (Toscano y Kinkle, 2019: 186).

A este respecto podemos señalar que, frente al estancamiento de la imaginación utópica que dificulta a los sujetos postmodernos imaginar la sociedad del futuro, la literatura académica no ha sido capaz hasta el momento de concebir a la tecnología de los blockchain y de los NFTs en tanto que infraestructuras que permiten representar la cadena global de mercancías. Nuestra propuesta en este sentido es que imaginemos una situación en la que, en cada proceso de producción de la mercancía, nuevos bits serán añadidos a la meta–etiqueta del NFT, no sólo en lo concerniente a la propia elaboración, sino también respecto al proceso de obtención de las materias primas así como del mismo orden virtual que sostendría la red cibercomunista en una fase transicional hacia el establecimiento del comunismo. Es decir, con cada proceso de obtención de materias primas, elaboración de la producción y distribución mediante la orden virtual de la red, se añadirá una nueva capa de información al NFT. Por supuesto, se añadirán también los niveles de información referentes a las perturbaciones causadas por la mercancía en la equilibrio metabólico del planeta. E iremos un paso más allá sugiriendo que los propios trabajadores podrán añadir más niveles a la meta–etiqueta referentes a las condiciones de producción, añadiendo comentarios, cifras, tablas o incluso vídeos, por ejemplo: quejas sobre el estado del espacio de trabajo en una fábrica de microchips destinados a otras ramas industriales, estando dicha interrelación entre sectores económicos contemplada en los planes macroeconómicos sujetos a la toma auténticamente democrática de decisiones por parte de la totalidad social.

De esta manera, la tecnología de los blockchain y de los NFTs podría contribuir a romper (al menos parcialmente, pues en la fase de transición teorizada por el cibercomunismo seguiríamos en un mundo mercantilizado) con el fetichismo de la mercancía; las propiedades de la mercancía no aparecerían como propiedades de esta, sino que sería posible mapear cognitivamente todos los procesos de obtención, producción y distribución, para entender que la mercancía es un resultado de las relaciones sociales entre los seres humanos. Sin embargo, este no sería un pensamiento a través del mapa del globo terráqueo, tal y como ocurre en el arte de los videojuegos.

Los videojuegos no son propiamente un arte utópico, aunque pueden contribuir a pensar de qué manera podríamos representar la totalidad del capitalismo tardío. A este respecto, cabe señalar que Jameson afirma que, tras Ecotopía (1968) de Ernst Callenbach, la forma utópica se estancó al no saber incorporar en su contenido la irrupción del ordenador y la cibernética, desconociendo la forma de integrar la experiencia del sujeto postmoderno en los videojuegos y el ordenador; lo más llamativo en ese sentido es que Jameson no se limita a dejar constancia de la dicha paralización en la producción de utopías, sino que señala que el ciberespacio es un nuevo espacio enclave, es decir, una pausa en proceso de diferenciación social –teorizado por Luhmann– en el que se sitúa el autor utópico para ofrecer soluciones imaginativas a las contradicciones sociales de una determinada época histórica: «de hecho, el ciberespacio constituye un nuevo tipo de enclave, una subjetividad que es objetiva y que, como la teoría de sistemas de Luhmann, pero también como el estructuralismo y el postestructuralismo que la precedieron, suprime el «sujeto centrado» y prolifera de modos nuevos y postindividualistas» (Jameson, 2005: 21). Es decir, el autor utópico debe situarse necesariamente en el espacio enclave del ciberespacio para realizar las propuestas que rompan con el dogma neoliberal de que no hay futuro más allá del canibalismo y la destrucción del capitalismo.

Analizando filosóficamente el concepto de ciberespacio, Jameson entiende que es una creación literaria que, sin embargo, puede conducir a figurar la totalidad del capitalismo financiero, siempre a través de un lenguaje imperfecto. A este respecto, entiende que el ciberespacio es una abstracción elevada a segundo grado. La abstracción en un primer nivel consiste en «la metáfora de una ciudad que sería una red de información» (Jameson, 2015: 228), en que la urbe es concebida como una ciudad imaginaria de datos. Por otra parte, lo característico de la literatura ciberpunk –de la que Neuromante (1984) puede considerarse como un hito fundacional– es que eleva esa abstracción a un segundo nivel o a una segunda potencia; los datos que referíamos anteriormente en este mismo texto y que son transmitidos a través de la cadena de bloques (blockchain), y que tienen que ver con los distintos flujos y transacciones, son transformados en un segundo nivel de la abstracción en representación en dos dimensiones de lo que, en realidad, se trata de modelos tridimensionales. En este sentido, el norteamericano señala:

«La naturaleza peculiar de una abstracción a la segunda potencia que, habiendo tenido acceso a páginas y páginas de claves numéricas que ya son, en sí mismas, abstracciones estadísticas de negocios reales, de ganancias reales, de transacciones reales, ahora lo transforma todo en imágenes e imágenes, además, del orden de la paper architecture [prototipos utópicos en papel], a representaciones en dos dimensiones de modelos tridimensionales […]. Aquí, en este nuevo nivel, lo que puede imaginarse y captarse mentalmente es la nueva dimensión de la pura relación –lo que Le Corbusier comenzó a teorizar como las «trayectorias» a través del espacio –ahora intensificada hasta un grado incalculable » (Jameson, 2015: 230).

Lo que se capta es una totalidad que se encuentra en perpetuo movimiento y transformación, una totalidad que se proyecta también en la mente de Case, el protagonista de Neuromante. A este respecto, Jameson señala que en la obra de Gibson puede detectarse una figuración del tipo de abstracción del capitalismo financiero. Recoge la teoría de la evolución en tres etapas de Arrighi (2010): tras haber superado la necesidad de la producción –la producción como tal ya no resulta tan urgente– y de haber tenido lugar la posterior saturación del mercado, entonces el capitalismo irrumpe en su forma financiera, quedando a cargo de una producción estancada. Jameson afirma que «la única vocación del cyberpunk era transmitir en forma literaria ese nuevo tipo de abstracción» financiera (Jameson, 2015: 232), algo que no había logrado la forma utópica.

En lo referente a los videojuegos podemos referir la obra para PC titulada Yo presidente. Objetivo: La Moncloa (2008) así como su continuación Yo presidente: Crisis global (2009). En dichas obras, el jugador se encuentra ante la representación de la totalidad del planeta mediante un mapa 2D (que se convierte en 3D al acercar el zoom a zonas como las urbes); a este respecto, el jugador debe ir aprobando y promoviendo distintas políticas nacionales de manera que, si elige España, puede acceder a la representación de los flujos económicos y demográficos a partir de tablas, informes, datos y gráficos. En el caso de que adopte políticas comunistas, la partida terminará; el jugador recibirá la llamada de instituciones como la UE o la OTAN, anunciando el cese del ocupante de Moncloa. Game over. El juego habrá terminado y paradójicamente lo habrá hecho de una manera similar a lo que ocurrió en el caso real de Syriza en Grecia.
Si referimos el videojuego a modo de ilustración, es porque el mapa adquiere una posición central en la experiencia del jugador y resulta de interés señalar, a este respecto, que Jameson nos propone que vayamos más allá del pensamiento a través del mapa:

«Ya que todos saben lo que es un mapa, hubiese sido necesario añadir que el mapeo congnitivo no puede (al menos en nuestros días) suponer algo tan sencillo como un mapa; de hecho, una vez comprendido a qué apunta el mapeo cognitivo, es indispensable descartar toda forma de pensamiento en el mapa e imaginar otra cosa» (Jameson, citado en Toscano y Kinkle, 2019: 34).

Imaginar nuevos prototipos utópicos, sólo que en esta ocasión no mediante el soporte del papel sino del ciberespacio; la construcción de dichos prototipos, por tanto, puede ser generado a través de tecnologías como las del blockchain y los NFTs en el sentido de que constituyen infraestructuras de bits que permiten albergar distintos niveles de información y representar la cadena global de mercancías, no mediante mapas, sino en diferentes formas representacionales; además de almacenar dicha información, dichas tecnologías permiten su transmisión en tiempo real así como su sincronización con todos los nodos existentes. Esto último recuerda al Cybersyn de Allende, que almacenaba y sincronizaba los datos referentes a fábricas que dependían al mismo tiempo de otras ramas industriales. Esto significa que las precondiciones lógicas para la implantación de la fase de transición hacia el cibercomunismo se encuentran emergiendo hoy en día, una cuestión de profundo calado político que no son capaces de captar las agrupaciones reformistas que sólo tratan de poner axiomas para que el sistema no explote como una bomba de relojería.

Frente al reformismo y sus teorizaciones, que privilegian un diagnóstico negativo, por tanto, los revolucionarios respondemos que en el capitalismo tardío ya se encuentran las condiciones para el establecimiento de la planificación democrática, la sincronización y la representación de la economía en términos figurados. Ante la complejidad de la postmodernidad, que como señalaba Jameson transciende nuestras capacidades de mapeo cognitivo, las nuevas innovaciones del capitalismo como el blockchain y los NFTs pueden ser utilizadas (dentro del marco de la propuesta cibercomunista) desde su polo positivo y propiamente utópico para la figuración de la totalidad del capitalismo tardío y el establecimiento de la red cibercomunista a partir de diferentes nodos de conexión de la cadena de bloques o blockchain, la transmisión en tiempo real y el almacenamiento de los datos en diferentes capas de NFTs. Mientras que los NFTs se utilizan hoy en día para especular, es posible imaginar que dicha infraestructura de bits sea utilizada en la sociedad futura para representar la cadena global de mercancías. Es en este sentido que Jameson sugiere que «nuestra tarea como artistas, críticos, etc., es hoy tratar, en cierta medida, de recapturar o reinventar una nueva forma de representación de esta nueva totalidad global» (Buchanan, 2007: 85).

Es decir, a lo largo de este texto hemos tratado de mostrar que aquello que aparece en un primer momento como obstáculo para nuestra libertad, puede ser invertido dialécticamente para concebirlo en un sentido liberador, revolucionario: la tecnología debe ser supeditada a la decisión democrática de la totalidad social para que de ese modo no nos encontremos ante feudos tecnológicos sino ante nuevas tierras ciber-común-espaciales; sin embargo, esta necesidad sólo puede ser plenamente asumida en el caso de que escapemos de los diagnósticos negativos que acaban conduciendo a la desesperanza pues, al fin y al cabo, por mucho que insistan los defensores del sistema capitalista y los reformistas que fortalecen este, el futuro no está escrito.

 

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Bibliografía

Arrighi, G. (2010). The Long Twentieth Century. Verso, Londres.

Bloch, E. (2004). El principio esperanza. Vol. 1. Trotta, Madrid.

Buchanan, I. (comp.) (2007). Jameson on Jameson: conversations on cultural Marxism. Duke University Press, Durham.

Callenbach, E. (1968). Ecotopía, Autopublicación [una segunda versión del texto fue publicada en 1975].

Cockshott, P. y Nieto, M. (2017). Ciber–comunismo. Trotta, Madrid.

Dardot, P. y Laval. C. (2015). Común. Ensayos sobre la revolución en el siglo XX. Gedisa, Barcelona.

Debord, G. (2005). La sociedad del espectáculo. Pretextos, Madrid.

Foucault, M. (2009). El nacimiento de la biopolítica: curso del Collège de France (1978–1979). Akal, Madrid.

Gibson, W. (1984). Neuromancer. Ace Books, Nueva York.

Fishman, C. (2006). The Wal-Mart Effect. Penguin, Nueva York.

Jameson, F. (2005). Archaelogies of the Future: The Desire Called Utopia and Other Science Fictions. Verso, Londres.
—Jameson, F. (2009). Valences of Dialectics, Verso, Londres. [Valencias de la dialéctica, trad. de M. López Seoane, Eterna Cadencia, Buenos Aires].
—Jameson, F. (2009).«Utopia as Replication», en Valences of Dialectics, Verso, Londres.
—Jameson, F. (2011). Representing Capital. A Reading of Volumen One, Londres, Verso.
—Jameson, F. (2015). The Ancients and the Postmoderns. On the Historicity of Forms, Londres, Verso.

Toscano, A. y Kinkle, J. (2019). Cartografías de lo absoluto. Materia Oscura, Segovia.

Varoufakis (2022). Varoufakis on Crypto & the Left, and Techno–Feudalism, en The Crypto Syballus, consultado el 9/2/2022.
[Enlace: https://the–crypto–syllabus.com/yanis–varoufakis–on–techno–feudalism/]

 

 

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El encuentro de mi novia con los júnjumos pitufos

Imagen: El encuentro de mi novia con los júnjumos pitufos, Víctor Atobas, 2024.
Pintura digital sobre imagen generada con IA

El encuentro de mi novia con los júnjumos pitufos

 

Víctor Atobas

 

Adobes
verdes
índices
comiences
sinopsis en página equis
encontrarán salutaciones
a las guarniciones
de la ronda de noche
que se preocupan por el brillo
lirismo fuera de surco de mi zoozobra
mientras me piden, con suma amabilidad,
que deje de prender luciernagal
en el fluente pedestal de cardeña:
¡saludos,
júnjumos pitufos,
saludos de un niño filósofo
juguetón locamente
enamorado!

¿Tenéis, júnjumos pitufos, rectángulas orejas
fabricadas con sordera
en reverbera de onda negra
encartabón,
o acaso sabéis leer
el color del poema?

Quisiera explicaros algo, júnjumos pitufos,
y os rogaría que entendierais
la inocencia de mi profesión:
la filosofía que no entristece
o que no burla júnjumas autoridades
sólo sirve a reacción falange enlosa
red extensa
millán astray
necrópolis de tánatos viva,
necrópolis
de cristianizado pensamiento
en cruz moral
en cruz laboro
en nave ¿verdad?
de catedral nihil.

La filosofía que no entristece
o que no burla júnjumas autoridades
sólo sirve al iris del zunco
mas, frente a las repetidas encerronas a la luz,
la filosofía guerrillera sigue iluminando el mundo
para que belleza y vida encuentren abierto el sendero;
superado ya el terreno de la kantiana razón
que impedía al pensamiento alzarse en su seno,
la filosofía sigue hegel
sigue marx hoy día
sigue
no se detiene la cabalgadura
del caballero de la roja fe
sigue
y yo sigo en la albura con ella
palideciendo al cuatrero cuarzo
ramalazo de las féminas perlas de cardeña,
de quienes soy pensador de cabecera
y ofrendador de regalos;
sigo en la albura con ella,
pues la filosofía
es la más madura de las damas
que facen sobre el temor y el temblor
de esta tierra enrojeciéndose,
una mujer madura que ya viene
abrazando desde hace tiempo
la orilla oculta de mis poemas,
y a quien ahora bautizaré
en el río
del filum del verso:
filosofía es tu apellido
mas, tu nombre,
tu nombre es úrsula
úrsula mi amor
úrsula ínsula
amor mío.

Úrsula:
acaríciame fuera de la fosa del templo
con la rosa de tu estatura hegeliana,
échame encima
la parte tramposa de platón
y las dentadas uñas
de los neokantianos en criaderos
universitarios de falderos
perros de estado;
recuerda, úrsula,
cuando me juzgaron en la complutense
por querer hacer hablar a nuestros deseos
y mi maestro, el más grande pastor de guerrilleros,
tuvo que quebrar estábula para auxiliarnos;
recuerda, úrsula,
que toda la moral de cristo
está en nuestra contra;
recuerda, también,
que no voy a renunciar al verso del pensamiento
por muchas penurias que me acarreé,
que no voy a renunciar al universal concreto
de nuestro beso
por muchas amenazas que caigan
sobre la puerta
de lo absoluto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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La maestra del suspirador

(Imagen generada con IA)

La maestra del suspirador

 

Víctor Atobas

 

Yo soy el suspirador:
suspiro
suspiro
y pienso en mis amigos:
el tacto tan suave de delicioso ausín,
la apertura de amorosos marcos hacia lo posible,
la flor de mos del color de la guerrilla,
el gusto familiar que gala la mermelada,
la envidia sana hacia la deseada tapia con mil rosas,
los diferentes tonos de marco enrique álvaro
pablo y tantos otros,
suspiro;
es una suerte
bañarse en el río con nuevos amigos,
por qué
por qué entonces habría de complicarme la existencia:
quisiera callarme,
¿no sería más sencillo,
más cómodo para mí y para todos
que silenciara en la cardeña
el llameante rojo anhelo de otra vida
en la realizada utopía
del aquí
y el ahora?

Necesito deciros, amigos míos,
que vosotros sólo habéis escuchado
el más tenue de mis suspiros:
aquel que posa la pluma levemente
en ensilla de animal diurno.

Ay, si pudierais escuchar mi otro suspiro saturno
si pudierais ver en los caminos nocturnos
cómo la nala se me escapa de las manos
mientras pierdo los ojos nuevamente
en la empalizada de sorgo orbital
y me falla la respiración
sólo
sólo durante un instante
mercurial parálisis
abismo el alma directa hacia abajo:
el instante que, precediendo al alivio del suspiro,
llega después de haberme acordado
de la niña eléctrica de mis sueños
huracán estasi que activa
todas las tormentas de fiebre de vida y llora
derramando virutas de lana de voltio
y no puedo soportarlo;
el instante que llega después de haberme acordado
de la escultura del enigma de paula
que endurece su palma con ramalazo de cuarzo
como si su mano esculpiera para alguien,
alguien que estuviera detrás,
observándola,
midiendo en autoritarios parámetros
sus innumerables mirlos en movimiento,
y que después, cuando se zafa
de la sombra del amo,
me acaricia con su luz de joven de la perla;
ay, si pudierais escuchar ese suspiro
que llega tras haberme hundido en el abismo,
si pudierais escuchar ese suspiro, amigos:
os convertiríais en mis hermanos de sangre
y entenderíais que sólo puedo expresarme
gracias a una mujer realmente libre,
una amiga muy bella que en susana piensa
las mil mesetas flotantes de la diferencia,
la única que ha tenido el coraje de decirme:
no te equivoques.

No te equivoques atobas
fallando el arco de tus últimos poemas,
pues no es Eros nuestra condena
sino el cosmos satelital siempre reiniciado del patriarcado
desprendiendo millones de agujeros negros
desde aquí
desde allá arriba
a la derecha y a la izquierda
abajo
profundo
en lo alto
más allá de los cráteres de plutón
y en la cercanía de los alacranes en la boca;
agujeros negros que, absorbiendo la blanca luz de las mujeres,
dejan el despojo del velo gris cubriendo el claro de bosque.

No te equivoques atobas
acuérdate de ese kantiano llamado Heidegger:
el proceso de develamiento
no devela lo que hay detrás del velo,
sino el propio velamiento
y tus amigas ven a través de cubiertas lamas
enclavadas
y qué vas a hacer
si no aprendes
de una mujer realmente libre
y te callas como un hombre esclavo.

Ay, maestra:
hazme siempre tu diana
con tu arrojo de amazona,
pues sabes que te amo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Otros poemas de Víctor Atobas:

 

 

El filósofo de la cardeña contra la ostra de la vampiresa

La creación de la hora

Amo quema

Quémame

Júnjuma cordura

Cuando tengo algo que decir

Suéñame

Si calla el mirlo

Un sueño que en mí repite

¿Uno de los nuestros?

Amiga paraíso

La música que escuchamos hoy en día

Contra la autoridad del ojo

Agosto en Ninguna Parte

Noche de azul suspiro

Pescadores de sueños

Kinderpolitik (o la ciencia política del huevo kinder)

Esponsales

Las memorias de mi país

Poema contra la democracia

Poema al amor trágico

Los cuatro duros

Domingo a diario

La voz de la alemania

Franco arquitecto

El but de jak

La muchacha alada

La filosofía de la trágala

La trágala fuera

Atravieso todas las trágalas

Motor prieta válvula

La autoridad se la dejo a las ratas

Soy feliz cuando llueve

Ciudad cerrada

Doble vínculo

Isla roja

El reverso de la moneda

La nave conquistadora




El filósofo de la cardeña contra la ostra de la vampiresa

(Imagen generada con IA)

El filósofo de la cardeña contra la ostra de la vampiresa

 

Víctor Atobas

 

Cuidado
cuidado atobas,
me dijo un amigo
durante la creada
hora nuestra;
cuidado
con los nunca colmados
colmillos en jadeo
de la vampiresa;
ha preguntado por ti,
igual que preguntó antes
por otros de nuestros amigos
que andan en guerrilla.

Desde entonces ando con ojo
ante la placa de barrote
tórtola carta
mazacote entorna lacre;
el foso es torreón enfila
el muro charco de rostrificación
en garrote depende
de qué calle hables ella aparece,
ella aparece en la hermosa cardeña
con fría rana
y anca aparte,
ella aparece:
terrible vampiresa
aquí y allá desnuda
encongelada,
menos seductora que los pechos de las larvas
bamboleándose desde las entrañas
de una ciruela pocha,
más alemana que una mariela enmárchita
bielá de muerta rancia encripta
inquisidora pelando monedas
para el rebosante saco
de la estaca última.

Desde entonces veo a la vampiresa
adoptar diversos murciélagos
pero, amigos míos:
¿os habéis fijado
en que la vampiresa lleva en todo caso
un aparato entre las manos
encendido con alcalina
pila de madero,
un aparato dotado con un sensorio
que pata la araña
cuando la red detecta los lúmenes
de nuestros colores en las calles?

El trabajo del filósofo,
amigos míos
que queréis ayudarme a encontrar trabajo
cuando ya tengo uno:
el trabajo del filósofo consiste
en apuntarse a la lista del paro
en la categoría de obrero del concepto;
os propongo que, a ese raro instrumento
que porta la vampiresa,
lo concibamos como la actualización del noúmeno
que no puede conocerse pero sí pensarse;
la actualización a cada frame fenómeno metamotor
de una trágala barrendera
que nos cepilla los ojos con panadera
escoba gris;
os propongo que, a ese raro instrumento
que porta la vampiresa,
lo llamemos engrisadera.

Vertiendo las hormigoneras
que marchitan nuestros cauces,
la engrisadera es una júnjuma que forma parte
de la enredadera de admitido tono de la trágala
tan feucha;
con previo permiso de la regidora del pueblo,
que, sin duda, concederá
a este pobre filósofo de la cardeña,
quisiera que nos acordáramos de Kant:
de entre las tres especies de complacencia,
sólo el gusto por lo bello
es libre.

Bañándonos en cascada
de resplandeciente
perla
vamos legando huellas de nuestros anhelos
gotas de centellas mil cromatismos
contra la desconchada herencia
de las fachadas grises;
el gusto por lo bello
es, también, gusto por el color:
¿por qué habríamos de continuar
temiendo a la fea
ostra engrisadera?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Las memorias de mi país

Las memorias de mi país

 

Víctor Atobas

 

Una de las memorias de mi país
sabe a sopa de borra
lana y goma en aguachirle:
otro capítulo sorbe
de impuesta historia
en la uno Cuéntame.

Otra de las memorias de mi país
sazonada durante la Segunda República
por paladar en azafrán
en sueño fragante viento
y olivo rojo,
fue enterrada por el negro fascismo
en avernos de golpe y guerra
civil esclavitud,
y más tarde recuperada
por quienes lucharon contra Franco,
quienes,
(Acacio, Jaime, Marti, Mariano y tantos otros)
nos enseñan hoy las palmas
de las manos rajadas
por donde manan líneas luminosas
alumbrando
el sueño que de los muros
desenterraron
contra los grises
colores de calles y pesares;
luz sostenida
en carrera
contra
oscuridad
de olvido,
memoria que corre
y salta
salta
y corre
el velo de la democracia
en espectáculo,
tentáculos y raíces
de la dictadura del capital
tragatragalar:
continúan
continúan los pasos de los ebros
y los sueños en olivos rojos
palpando vientos
gritando ebrios
llamándonos
aún
ahora.

 

 

 

 

 

 

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La voz de la alemania

La voz de la alemania

 

Víctor Atobas

 

Los alemanes perdieron la guerra
pero ganaron tierras en tantas y tantas cabezas:
barrio a barrio conquistaron las enterezas
fortaleciéndolas con moldes de nervio plomo,
prieta válvula y fierro duro
fusil con culata de monedas trágalas
siempre prestos a disparar contra nosotros judíos pobres sin sión.

Los alemanes perdieron la guerra
pero preñaron la tierra con muertos y recién nacidos
millones de niños siendo hoy día germanizados a la fuerza
en escuelas de césar
y pantallas de bruto espectáculo
escuchando las ordenanzas de la trágala
que ya azuza los buches de la siemens
relamiéndose ante sus infantes carnes.

Los alemanes perdieron la guerra
y desaparecieron en el invierno ruso,
pero volvieron a hacerse carne en la voz de rostro trágala:
de modo que, cada vez que me muevo en mi cuarto,
escucho una palabra que llega desde la vil alemania
una palabra que farfulla no sé qué acerca de mi supuesta e infinita culpa,
y así, judío sin moneda ni judea,
cada vez que salgo de casa cantando
cada vez que trato de lanzar un pequeño y alegre rompe-rompe
a los firmes-firmes muros tristes de este mundo,
me encuentro de nuevo con la voz de la alemania.

Los alemanes perdieron la guerra
pero los judíos sin sión y los nómadas árabes
aún debemos quemar la palabra de la vil alemania
hasta que no sea más que ceniza en el viento.

 

 

 

 

 

 

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La nave conquistadora




Franco arquitecto

Franco arquitecto

 

Víctor Atobas

 

Funcionales aparcamientos para flores adolescentes
fábricas de bebés concursantes
apartaderos privados para ancianos
parques bajo la sombra de vecinos gendarmes
supermercados de músculos inflamados
madrigueras esperando acacias alicias.

Veo todo esto mientras camino por el margen de Madrid
y pienso los alemanes perdieron la guerra
desparecieron en el invierno ruso,
mas esta arquitectura enjaula
estas formas de raza puramente funcional
este humus de basura que se reproduce siguiendo su propia lógica
este torre con enrejado y bigote hitleriano
esta casa blanca con oreja universal
este edificio que chilla júnjumas y escupe gendarmes
que fabrica bebés concursantes para los buches de la siemens
esta oficina con ojos interiorizados en incendios apagados,
todas estas construcciones no son acaso
el signo de que, aunque los alemanes acabaron perdiendo la guerra,
se aliaron con Franco arquitecto
y ganaron el espacio de la urbe.

Pero, de igual manera que Franco aún vive en el ladrillo de la urbe,
a pesar de que la alemania perdiera la guerra y ganara la arquitectura
de igual forma viven los republicanos preparando nuevas voladuras
–y es este último pensamiento el que me permite volver a casa en la dicha.

 

 

 

 

 

 

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El reverso de la moneda

La nave conquistadora




Ya disponible “Amazon como utopía”, de Víctor Atobas

 

Lee el índice y las primer páginas de “Amazon como utopía”

 

Nota de prensa

 

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«Amazon como utopía», que reúne los textos experimentales que Víctor Atobas escribió durante la pandemia y que habían permanecido inéditos hasta ahora, se encuentra disponible en Amazon en formato digital a un precio de 4,99€.

 

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COMPRA «AMAZON COMO UTOPÍA» EN AMAZON

 

 

 

 

 

 

Datos:

Autor: Víctor Atobas
Editorial: Víctor Atobas/ Zoozobra Magazine
Fecha de publicación: 16 de marzo de 2022 en Amazon
Formato: digital (epub, Kindle)
Precio: 4,99€

 

Sinopsis:

Sugerimos un experimento mental: concebir Amazon como figura de la utopía nos ayudaría a imaginar una situación en la que la totalidad social decidiría sobre las políticas a emprender -por ejemplo, frente a la pandemia- habiendo tomado el control de la economía mediante la planificación. Sin embargo, este experimento que se propone al lector depende del marco más amplio del cibercomunismo, y es a este respecto que resultaba necesaria la ampliación de la primera versión del texto para vincular a Amazon con la teoría cibercomunista, así como concebir a la cadena de bloques dentro de la problemática del fetichismo de la mercancía y criticar los diagnósticos negativos que conducen a la negación del novum utópico bajo la forma de teorías y políticas reformistas. Además, este tomo publica por primera vez:

Tomás Moro en tiempos del coronavirus: relato que sirve como ilustración artística del experimento propuesto.
• Artículo acerca de los NFTs como utopía.

 

 

 

 

 

 

 

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Relacionado:

 

El impulso utópico en el pensamiento de Fredric Jameson

Amazon como utopía: un ensayo experimental acerca de las nuevas tecnologías y el cibercomunismo

Amazon como utopía: acerca de la tensión entre producción y distribución

Utopía en tiempos del coronavirus

 




Lee el índice y las primeras páginas de “Amazon como utopía”

«Amazon como utopía»reúne los textos experimentales que Víctor Atobas escribió durante la pandemia y que habían permanecido inéditos hasta ahora

 

  • El libro saldrá a la venta el 16 de marzo, en formato digital, a un precio de 4,99€

 

 

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Descargar el índice y las primeras páginas de “Amazon como utopía”:

Lee el índice y las primeras páginas de “Amazon como utopía”:

 

Primeras Páginas_ Amazon como utopía, de Víctor Atobas

 

 

 

 

PRE-COMPRA «AMAZON COMO UTOPÍA» EN AMAZON

 

 

 

 

 

 

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