Imagen: Un rostro se distorsiona en sonrisa, © Víctor Atobas, 2024
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Canción figa
Víctor Atobas
I
Si mi cuerpo se encuentra
lejos de las almas que amistar
entonces trágala y manacor famélico
y vomita y trágala anémico tuétano de lodo
cadenas de cotas eslabonadas y terribles
lógicas basura
gaviotas enfermizas familias alacranadas júnjumas
puntas de sierras y majadas
sorgo espinazo servido a la mesa
de lo permitido la renuncia
─¿este juego está prohibido en tierra?
II
Cualquiera que nos viera amiga mía
pensaría encontrarse ante dos mellizos celosos el uno del otro
nos acusaría de incesto en la parroquia
acudiría a la biblia entre súplicas
se cansaría de hablarnos de la consanguinidad
sin saber que dicho pecado es imposible entre nosotros
no porque ignoremos el pálpito fraternal
sino porque nuestra familiaridad no puede resultar perfecta…
III
Se comienza jugando así
fotografía una fábrica sobre el anverso
del carnet de identidad reverso en la cámara
luego déjalo sin grabar donde quieras
rompe la lente de disminución del ventanal
cierra los ojos en la anchura tú imaginar
los maniquís donde nos imprimieron
el montaje de los vinilos plásticos a despegarse
en el momento preciso al biopoder de matrix-máxima
sigue con los ojos cerrados
hasta que las tiras adhesivas de las tragalares normalidades
de la cotidiana gravedad se caigan
─ya puedes abrir los ojos…
Dime si has visto el sonido de la risa
de las preguntas que perdían la naturaleza de su peso
que llegaban como chiquillas ansiosas de jugar
a la comba del siguiente paso
partiéndose la caja al comprender que sólo lo entablado
pega brinco abajo
hasta sumirse en el pozo del intornado…
IV
Con tus manos diferentes a estas palmas
con tus criaturas otras respecto a este caribú tucán
con tus brazos tus codos
tus muñecas tus nudos
tus cornisas tus mangas
tus dedos tus helicópteros libélula
tus poblados repletos de lavanda
tus aguas de luna
inunda la estampa de la bahía
que irisa sólo un único faz de prisma
arráncala gírala
vamos gírala amiga
gira y gira
y de pronto
los corales de manacor en ti danzan multiplicados…
V
Ahora yo soy hacedora de ciudad
ahora amiga tú eres víctor
reencuentras la revuelta de la primavera
no deseas que la estación se marche del sitio que figa y gema
porque la ciudad-mundo
tendería hacia la casilla de la bola de nieve
tampoco quieres que sufra las cuatro trágalas envasadas
en el desaliento que deslluvia
y qué harás…
Finalmente decides cantar tu amor
mas las óndulas quedarán medusas en el aire
y el intornado se tragará el sentido devolviendo lo absurdo
lo absurdo envuelto en la vestidura de la seriedad
que desnudamos al divertir preguntas
─¿este juego está prohibido en tierra?
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