Imagen: Bésame, © Víctor Atobas, 2025
Canción celebradora
Víctor Atobas
Miramelindo, mi amor,
mírame qué linda estoy.
Mira que roja color
me puse por verte hoy…
RAFAEL ALBERTI
I
Si el lamentum resulta necesario
entonces cantoral y lloro
mas me enerva la epidermis recorrer sobrantes
extensiones dolorosas
donde el mísero malmirar encuentra su propio retrato
donde el destructor de esta ciudad-mundo
camparía a sus anchas osamentas
si no fuera porque eros despierta a las aguas
para que arrastren la casilla júnjuma que tuétano y esclerosis…
II
La mayoría de mis conocidos
absolutamente todos mis amigos
aman las plantas las fuentes y los cursos de los ríos
cuidan sus vegas con ágata y un día
encuentran el trébol de cuatro hojas que buscaban
yo celebro su buena suerte
cuánto más afortunado resulte su tránsito
así también mi manacor irá a viajar más lejos
más pequeño será el destructor de esta ciudad-mundo
acariciando los burgos hasta la arquitectura atlante…
III
Trae dulces y moscatel
mis cofres manacorenses están abiertos para él
durante la cena me anima
a que pierda el miedo a casarme y sin embargo
las instantáneas de mi anterior emparejamiento retornan
de par en par ortiga en mí el rasguño
como una regadera de religatio proferida
por el depresor obispo de berkeley.
Para saber si me convendría pedir la mano a una mujer
y entregar la mía sin reservas
me pregunto si en verdad su dibujo me invita a soñar
doy gracias al amor que meonírico y memiralindo
mas temo que con las arenas si casadas prietas
fuéramos a tornarnos rígidos feuchos el uno al otro
─¡tamaña alegría que david se haya casado bien
demostrándome que no es cosa imposible
la flexible maravilla del anillo!
Yo celebro su buena suerte
cuánto más afortunado resulte su tránsito
así también mi manacor irá a viajar más lejos…
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